Al igual que los humanos, cada perro es distinto y tiene sus propios temores y debilidades. Uno de sus miedos más comunes es hacia los ruidos fuertes o estruendosos, tales como los que producen las tormentas eléctricas y la pirotecnia.
No es algo nuevo o de “perros millennial” como se ha expresado en las redes sociales. No es que los perros “de antes” tuvieran más resistencia para soportar tales manifestaciones a comparación de los perros “de hoy”; simplemente fueron individuos entrenados y utilizados para la guerra que a largo plazo desarrollaron trastornos a consecuencia.
El temor a los ruidos muy fuertes, repentinos o impredecibles es una reacción completamente normal proveniente del instinto natural de protección ante el peligro o a lo desconocido. Todos los animales salvajes reaccionan ante estos eventos naturales y buscan resguardo.
Con relación a los animales de las ciudades, las tormentas sí pueden ser peligrosas para aquellos que estén libres por la calle, especialmente por los impactos de rayo, las inundaciones o por los vientos que convierten los objetos en proyectiles, pero los perros que se mantienen dentro de casa no pueden analizar todo este contexto. Es decir, ellos no precisamente comprenden que están protegidos y no les pasará nada.
Los perros sensibles pueden actuar de diferente manera. Algunos van a esconderse bajo la cama u otro inmueble que brinde protección; incluso, en los brazos o piernas de su compañero humano. Otros se vuelven inquietos y comienzan a ladrar a la deriva; algunos solo miran hacia la ventana con las orejas hacia atrás y expresión de asombro; otros más, meten la cola entre las patas y jadean, pero en otros casos, las acciones son un poco más preocupantes al grado de que su vida se pone en riesgo. Manifiestan temblores, intentan saltar barreras peligrosas, emprenden huidas desenfrenadas donde no miden peligros o escarban con desesperación, por nombrar algunos ejemplos.
Esto no significa que todos los perros tengan miedo a tal tipo de eventualidades. Algunos no manifiestan reacciones alarmantes, aunque sí pueden permanecer más inactivos o tranquilos que de costumbre.
¿Qué les sucede en realidad?
Estas son algunas de las razones por las que los perros presentan temor ante los estruendos producidos por la naturaleza o por las festividades culturales.
1. Detectan cambios en la presión barométrica.
Los perros tienen la capacidad de detectar cambios en la presión barométrica, siento en este caso, una caída considerable en los niveles. A eso, se le suma todo un panorama que para nosotros es común: oscurecimiento del entorno, viento, caída de la lluvia, luces de relámpagos y truenos que para ellos llegan sin avisar.
2. Escuchan sonidos muy fuertes y constantes.
Tanto relámpagos, como pirotecnia y petardos más cercanos utilizados por vecinos o familiares, representan sonidos impredecibles, constantes y muy fuertes, sin olvidar que esto también viene acompañado de voces humanas y ruidos propios de una celebración colectiva.
Mientras nosotros logramos escuchar 23,000 Hz en promedio, los canes lo hacen a 45,000 Hz.
Cabe recordar que los perros pueden escuchar una gama más amplia de sonidos, comparado con el ser humano. Con relación a bajas frecuencias, el humano puede escuchar sonidos por debajo de los 20 Hertz (Hz), mientras que los perros alrededor de 40 Hertz. No obstante, es en las altas frecuencias donde se observa una gran diferencia. Mientras nosotros logramos escuchar 23,000 Hz en promedio, los canes lo hacen a 45,000 Hz.
El médico veterinario Ricardo Corrales del Centro Veterinario Integral Personalizado de Costa Rica, señala que “Un perro puede oír un petardo tres veces más alto que una persona estando ambos a la misma distancia de donde se emitió el sonido”.
Pirotecnia por celebraciones culturales.
3. Almacenan electricidad estática.
El pelaje de los perros, especialmente el largo o abundante, almacena electricidad estática durante una tormenta. Esto podría generar una leve descarga cuando el perro toque algún objeto metálico con la nariz, lo que va generando un tipo de fobia. Cuando el perro relaciona el entorno de tormenta con las reacciones de descargas en el cuerpo, inicia el temor.
4. Suponen un peligro.
Como mencionamos al inicio, el instinto de supervivencia indica que cualquier manifestación extraña puede suponer un peligro. Esto activa los mecanismos de alerta de los perros provocando que actúen con temor a lo desconocido. Las tormentas y la pirotecnia no son parte de una cotidianidad; por lo tanto, los perros no logran “acostumbrarse” a tales sonidos, además de que son muy desagradables para ellos.
Cuando un animal siente peligro, sea salvaje o doméstico, tiende a huir para sentirse a salvo. En el caso de los perros domésticos no hay posibilidad para hacerlo. Estar en un hogar con puertas y paredes bloquea la libre reacción del animal para hallar su tranquilidad, por lo que su estrés aumenta.
La ansiedad y el estrés en los perros no son para ignorar. Es decir, aunque la mayoría de las festividades tienen duración de un solo día, en algunas culturas existen celebraciones que se extienden varios días o semanas, y una de ellas es la Navidad. Durante las temporadas decembrinas, en algunas ciudades los petardos son estallados todo un mes. El estrés acumulado en el organismo de un perro podría comprometer la salud de su sistema inmune, volviéndolo vulnerable a problemas gastrointestinales y desórdenes en la piel, así como cambios desfavorables de comportamiento.
Calma a tu perro.
¿Cómo calmar a nuestros perros?
Afortunadamente existe más de una solución para que nuestros perros regresen a la calma.
Mantenlo dentro de casa.
Aunque el perro cuente con su casita en el patio y pase la mayor parte del tiempo al aire libre, es importante resguardarlo dentro de un lugar más cerrado durante los estruendos, ya sean naturales o provocados.
Si la casa no cuenta con buenas bardas o rejas, el perro podría escapar poniendo en riesgo su vida, así que adentro estará mucho más seguro.
“Anxiety Prevention, Music for Dogs” ha demostrado relajar a los perros ante sonidos fuertes.
Mantenlo entretenido.
Jugar con el perro liberará su tensión, al mismo tiempo que mantendrá la atención en una segunda cosa. Seguirá escuchando los sonidos, pero no los atenderá de la misma manera si se mantiene entretenido. Lanza su juguete favorito, juega a persecuciones o simplemente colócate al nivel del suelo para crear una conexión más cercana.
Si no quiere jugar, no es necesario forzarlo. Recuéstalo de lado y acaricia su pelaje, pero es importante no mostrar preocupación o temor porque ellos detectan nuestra energía.
Los perros y su temor a los sonidos fuertes.
Crea un ambiente agradable.
Hay mucha música para perros disponible en diversas plataformas. Si no puedes jugar con el cánido o lo vas a dejar solo en casa mientras alrededor habrá pirotecnia o se aproxima una tormenta, puedes buscar “Anxiety Prevention, Music for Dogs” y dejarlo en compañía de música y sus juguetes favoritos. No olvides añadir alguna prenda personal para que sienta más tranquilidad con el aroma.
¡Pero ojo! verifica que el dispositivo que vas a dejar encendido sea de pilas o batería solar para no ocasionar ningún accidente. No queremos que muerda cables o se suscite un corto circuito por fallas en la energía eléctrica, tan comunes durante las tormentas.
Este es un método creado por la canadiense Linda Tellington-Jones, especialista en comportamiento animal. Aunque su invento tiene gran aceptación, también se ha generado polémica entre la comunidad veterinaria.
Los médicos veterinarios afirman que en ninguna parte de sus estudios, ni durante el colegio ni durante su formación en el campo laboral, se habló del vendaje Tellington como una medida viable para calmar el estrés y la tensión de los perros. Es decir, no existe un estudio científico que avale y respalde esta técnica. Sin embargo, parte del público que ha acudido a este recurso, afirma que funciona y que los perros sí presentan un cierto grado de tranquilidad durante los eventos ruidosos.
Puedes hablar con tu médico veterinario de confianza para hablar sobre el método Tellington y ver la posibilidad si resulta positivo para tu mascota. Recuerda la importancia de no apretarlos demasiado.
Puede interesarte: 10 Cosas que debes saber sobre tus Perros.
Viajar con un perro puede ser tan divertido o tan caótico como viajar con niños, con amigos o con la pareja. Simplemente hay que hacer una buena planeación.
Probablemente se presenten situaciones inesperadas que modifiquen en cierto grado la organización, pero esto forma parte de la experiencia de viajar. Al fin y al cabo, todo lo acontecido quedará como un emotivo o gracioso recuerdo.
Cada vez más personas deciden viajar con sus perros. Alejarse de la rutina trabajo-casa y planear vacaciones al estilo pet friendly, se ha vuelto una opción divertida y enriquecedora para ambas partes.
Realiza un viaje con tu perro.
No obstante, viajar con mascotas incluye una serie de requisitos que hay que considerar; pues al tratarse de una vida no humana, el manejo y el cuidado que deben recibir es distinto. Además, es importante respetar al resto de los pasajeros que irán hacia el mismo destino. Algunos pueden padecer alergias o simplemente hay a quienes les parece que los aromas y sonidos naturales de los animales son poco agradables e inaceptables.
Veamos las siguientes recomendaciones para las diversas formas de viaje.
Tips para viajar con tu perros (Video)
Recomendaciones generales.
No importa el medio de transporte que se elija, el perro debe contar estrictamente con reciente certificado de salud, vacunación y desparasitación.
No alimentes a tu perro de 4 a 6 horas antes del viaje para evitar los vómitos.
Asegura que ha orinado y descargado sus desechos sólidos antes del viaje.
Perros de edad muy avanzada, enfermos, lastimados o perritas preñadas, deben permanecer en casa bajo el cuidado de otra persona. No se recomienda exponerlos a viajes que muy probablemente no van a disfrutar.
Para no tener sorpresas, averigua con anticipación los requisitos que la aerolínea o compañía de autobuses solicita a los pasajeros que viajan con mascotas.
Viaja en auto con tu mascota.
De igual manera, averigua sitios pet friendly para alojamiento. Menciona el tamaño del perro y lo más característico de su comportamiento para saber si no habrá problema con otros huéspedes. Ten en cuenta un espacio para sus necesidades fisiológicas y para su descanso sin correa.
Ten siempre buena energía. Los perros suelen percibir el estado de ánimo de sus acompañantes humanos, así que si estás nervioso, triste o alterado, el perro también lo estará.
Viajar con tu perro en auto.
Es la forma de viajar más recomendada, pues el propietario tiene el control del tiempo y de las situaciones. Además de que el perro estará cómodo y familiarizado con los olores y la presencia de personas que tiene a su alrededor. Lleva juguetes y snacks caninos para hacer más ameno el viaje.
Hay perros, especialmente los cachorros y los que vivieron en la calle, que no están acostumbrados al movimiento del coche. Semanas antes del viaje, asegúrate de que sientan confianza con breves paseos frecuentes, intercalados con trayectos un poco más largos. Así podrás conocer las reacciones de tu perro y tomar a tiempo medidas de corrección y adiestramiento.
Por ningún motivo permitas que el perro viaje sobre las piernas o en el asiento del copiloto.
Si vas solo y en el transcurso del viaje deseas ir al baño o comprar alimento, no dejes a tu perro dentro del auto en días calurosos, ni 5 minutos, ni con las ventanas semiabiertas. Puedes acudir a algún empleado de gasolinera o tienda para que lo cuide un momento, o bien, amarrarlo momentáneamente. Si no confías en los demás, adquiere una correa antirrobo y viaja con mayor tranquilidad.
Cabe mencionar que hay mascotas nerviosas o agresivas ante desconocidos. Si este es el caso y el perro quedará amarrado al exterior en lo que se resuelven algunas necesidades personales, es necesaria la colocación de un bozal para evitar accidentes, principalmente hacia niños que se acercan sin la debida precaución. Un perro con bozal intimida y es casi seguro que nadie se acercará.
Como último consejo para viajes en auto, por ningún motivo permitas que el cánido viaje sobre las piernas o en el asiento del copiloto. Cualquier distracción, movimiento inesperado o comportamiento de inquietud, podría ocasionar un accidente. Si es necesario, amarra la correa a un asa para determinar límites pero permitiendo su movilidad, o bien, coloca un objeto entre tu asiento y el del copiloto para que no pueda cruzar.
Viajar con tu perro en autobús.
Las compañías de autobuses aceptan animales que vayan dentro de jaulas cómodas y seguras.
No es muy agradable para personas con gran conexión con sus mascotas, pues estas no pueden ir a bordo sino dentro de las cajuelas inferiores. Algunas empresas solo permiten el abordaje de perros lazarillos que son parte del soporte de las personas invidentes.
Las compañías de autobuses exigen que el perro vaya sedado.
El movimiento y ruido de las cajuelas de los autobuses es muy incómodo para el animal, que probablemente ocasionará que se sienta ansioso y asustado todo el camino. Por esta razón, las compañías de autobuses exigen que el perro vaya sedado. Esto lo debe realizar un médico veterinario muy poco antes del viaje.
Si el autobús realiza escalas, invierte unos minutos en asegurar que el perro se encuentra estable y su sedante continúa haciendo efecto.
Viajar con tu perro en avión.
Viajar en avión con un perro es un poco más complicado pero no imposible. Sin embargo, es indispensable contar con la información necesaria para el bienestar de las mascotas.
Los perros son admitidos siempre y cuando vayan dentro de jaulas que les permita levantarse, acostarse y estirarse. Las jaulas transportadoras irán acomodadas y aseguradas en la bodega del avión.
Las mascotas de aviones no deben ser sedadas; podría ser mortal.
A diferencia de un viaje en autobús, las mascotas de aviones no deben ser sedadas, pues los tranquilizantes en combinación con la altitud, pueden ocasionar complicaciones respiratorias y la imposibilidad de que regulen su temperatura corporal, lo que podría ser mortal. El peligro aumenta aún más en perros braquicéfalos como el pug, bull dog o pequinés, y por tal motivo, muchas aerolíneas no los aceptan.
Salvo algunos casos de personas que requieren a sus perros como soporte emocional durante el viaje, se permite que viajen con ellos en sus asientos pero dentro de maletines especiales. Para ello, se debe mostrar algún documento expedido por un médico o psiquiatra y firmar una serie de compromisos con relación al comportamiento del animal durante el vuelo.
Jaula transportadora para viajes.
Para aquellos perros que irán dentro de las bodegas, se recomienda resguardarlos en transportadoras de buena calidad y que antes de ser llevados, la puerta sea sellada con cinta adhesiva en posición transversal. Coloca su juguete favorito y/o una prenda tuya que le brinde tranquilidad. ¡Ellos quieren sentirse cerca de nosotros!
No olvides comprar el boleto de avión con bastante anticipación, pues son escasos los lugares asignados a las mascotas en cada vuelo y en temporadas altas son altamente solicitados.
¡Importante!
Ciertas aerolíneas como American Airlines no permiten mascotas en viajes trasatlánticos, es decir, que demoren más de 12 horas; esto, por cuestiones de seguridad del animal. El estrés y el encierro por tanto tiempo, no son condiciones deseables para ningún perro.
De igual forma, si es un país que nunca has visitado, infórmate sobre los requisitos que solicitan ante el ingreso de animales domésticos. Cada país tiene sus propias restricciones y hay que respetarlas.
Aerolíneas internacionales que admiten perros
Volaris, Aeroméxico, Interjet, Iberia, Vueling Airlines, Air Europa, Swiss Airlines, Air France, United Airlines, Alitalia y Delta Air Lines, por mencionar algunas.
Dato adicional.
No solo perros puedes llevar a tus viajes. Investiga sobre las compañías aéreas que permiten el traslado de gatos, conejos, tortugas, aves, peces y hasta roedores.
¡Ya no hay excusa para abandonar a nuestras mascotas!
Si viajas con tu perro, verifica que su raza sea admitida en el país que visitas:
Tener mascota en casa, inclinándonos mayormente a los perros, es una gran responsabilidad. Esto requiere tiempo y dinero para cubrir sus necesidades más básicas de alimentación, higiene, salud, entrenamiento y entretenimiento.
Si bien, sus gastos y demandas no son comparables a los de un bebé humano, el propietario de un animal debe tomar en cuenta los aspectos anteriores para saber si realmente puede brindar la atención adecuada.
Al inicio podría parecer complicado y hasta cansado pensar en todos los cuidados que un perro necesita; sin embargo, una persona que mantiene su casa ordenada y limpia, que disfruta salir a caminar-correr y que tiene un gran amor y respeto por la vida de los animales, no tendrá dificultad alguna en tener una nueva compañía.
¡Adopta un animal de la calle!
Existe una gran polémica en torno a la adquisición de animales. Comprar perros no es bien visto hoy en día por diversas razones, siendo una de las principales la explotación de las hembras reproductoras; aquellas de razas conocidas que representan grandes ingresos por su alta demanda comercial. Este acto de crueldad es una paradoja ante la posición animalista, pet lover o pet friendly que circula actualmente en nuestra sociedad y que presume ir en aumento.
Existen más perros en condición de calle que dentro de un hogar, siendo parte de un 70 %.
Segundo, no todos los cachorros son siempre adoptados. En México, país con más perros callejeros en todo América Latina según datos oficiales emitidos en 2018 a nivel nacional, existen más perros en condición de calle que dentro de un hogar, siendo parte de un 70 %.
Ahora, ampliando el panorama de manera global, la Sociedad Mundial para la Protección de los Animales, estima que de los 500 millones de perros que existen en el mundo aproximadamente, el 75 % vive a expensas de su suerte.
Tal porcentaje es elevado por una principal razón: falta de responsabilidad humana. Una hembra abandonada en la calle y no esterilizada, puede dejar una descendencia de cientos de cachorros a los pocos años, considerando que cada perro tendrá su propia descendencia en la adultez, proveniente de su instinto natural en combinación con el poco interés de la sociedad por frenar o disminuir el problema.
¿Cómo es tener un perro de la calle en casa?
Es común escuchar comparaciones entre perros, con referencia a que los nacidos o crecidos en la calle son “mejores” que los que siempre fueron atendidos. Realmente no existen perros mejores o peores; simplemente las condiciones de vida en la calle obliga a los animales a subsistir con lo poco que tienen a su disposición, volviéndolos probablemente más atentos y astutos ante la gran necesidad de obtener su alimento día con día.
Por esta razón, es que también se menciona que un perro de la calle es muy agradecido con la familia que lo adopta. Quizá esta aseveración no está escrita en documentos científicos, pero se trata de una experiencia 100% vivencial por parte de los adoptantes, quienes afirman recibir más muestras de cariño, lealtad y protección de los canes que fueron rescatados.
Los perros sin hogar que han sido adoptados ofrecen una excelente vibra energética en cualquier espacio. Su presencia es muy reconfortante cuando se llega a descansar después de un excelente día laboral o de un compromiso social, pero esta compañía se vuelve mucho más valiosa después de un día no tan fructífero o de una situación de malas noticias. Qué mejor que el positivismo y la alegría de un perro que ha vivido en las duras calles para levantar los ánimos ante las adversidades y los problemas.
De igual manera, algunos que tuvieron familia y fueron abandonados, ya poseen cierto entrenamiento para hacer sus necesidades fuera del hogar y captar ciertas órdenes. Esto es una ventaja y un “ahorro” de tiempo en entrenamientos para tales fines.
Importante.
Los perros de la calle se perciben como supervivientes que saben resolver sus problemas. En parte es cierto, pero esto cambia por completo una vez que viven dentro de un hogar. Estos perros no son más resistentes al grado de que pueden carecer de ciertas atenciones, como un techo, vacunas, agua limpia y comida siempre disponible.
Recordemos que la calle es un entorno completamente distinto a un hogar, donde los espacios son limitados y la alimentación ya depende de una responsabilidad humana. Similar a esto, la atención médica es primordial para mantener la salud tanto del nuevo integrante como de toda la familia.
¿Nuevo perro? Sigue estos pasos.
Si has tomado la excelente decisión de adoptar a un perro sin hogar, no olvides estos pasos:
1. Acudir al veterinario.
No importa si el perrito luce “bien”. Es muy importante que el primer paso sea acudir al médico veterinario para que realice estudios de parásitos internos y externos, así como posibles enfermedades o deficiencias que puedan estar reduciendo su expectativa de vida y/o poniendo en riesgo la salud humana.
No todos los perritos sin hogar poseen sarna, infestación de parásitos internos o enfermedades graves; especialmente los cachorros o más jóvenes, quienes tienen más posibilidad de sanar en poco tiempo ante sus leves deficiencias.
La revisión médica es importante para descartar enfermedades riesgosas.
Con esta visita, el profesional resolverá todas las dudas en cuanto a sus cuidados, baños, medicamentos, vacunas, desparasitación, esterilización (muy importante) y otras recomendaciones; además de que otorgará un nuevo carnet de control de salud. El gasto inicial no precisamente es económico dependiendo del estado de salud del animal. No obstante, una vez que el perro tenga una salud óptima, los gastos se reducen significativamente al pasar de ser curativos a solo ser preventivos y de revisión general.
2. Tener paciencia.
Así como nosotros, los perros también tienen personalidades. Quizá algunos adquieran confianza muy pronto o ya tengan entrenamientos previos con relación a la obediencia. Pero otros requieren varios días de convivencia para perder el temor ante una nueva familia. Recordemos que algunos nacieron en la calle y nunca han estado con personas, así como otros que entregaron su confianza y fueron traicionados con golpes, abandonos o entornos poco dignos.
La violencia no es opción para entrenar a un perro. La paciencia, sí.
La violencia no es opción para entrenar a un perro. Ellos captan perfectamente los estados de ánimo a través del tono y el volumen de la voz, ya que lo relacionan con la acción tomada posteriormente. Si un perro recibe regaños cada vez que orina en el interior y es enviado al patio trasero con una voz gruesa y un poco elevada, al poco tiempo va a relacionar su acción con una consecuencia que no le agrada, así que tarde o temprano aprenderá.
La paciencia y comprensión a su situación y cambio radical de vida es un paso muy importante para un feliz comienzo.
3. Colocar una placa de identificación.
Los descuidos siempre ocurren y una puerta o reja abierta siempre es atractiva si no existe entrenamiento para que el perro controle sus impulsos. Una placa de identificación en el collar reduce ampliamente las posibilidades de que se extravíe para siempre o sea llevado a la perrera.
El perro no se adapta.
Sí, hay casos donde el perro no logra adaptarse a su nuevo hogar y los motivos pueden ser varios. Incluso, hay quienes requieren terapias psicológicas al haber sido víctimas de violencia severa y torturas, lo que se manifiesta con timidez extrema o agresividad extrema.
El dinero puede ser un obstáculo ante la situación, ya que lo anterior requiere un mayor desembolso. Por ningún motivo regreses al animal a la calle. Hay numerosas instituciones que ofrecen apoyos para atender casos especiales a costos mucho más reducidos. Aunque no sea posible tenerlo en casa, podemos cambiar su vida logrando que sane con tratamientos continuos, ya que así tendrá muchas posibilidades de retornar con nosotros, o bien, de formar parte de una nueva familia.
No puedo adoptar.
La situación de cada persona y familia es distinta. A veces existe el deseo de adoptar una mascota pero las circunstancias no son favorables. La buena noticia es que hay maneras de proteger a los perros y gatos sin hogar sin necesidad de acogerlos directamente.
– Puedes acudir a un refugio para mascotas y apadrinar o amadrinar al perrito o perritos de tu elección, aportando económicamente para sus gastos; o bien, llevando el control de sus gastos médicos y de alimentación por cuenta propia. Lo mejor es que puedes convivir y jugar con ellos.
– Podría parecer un acto cruel, pero es mejor a ser indiferente. Varias personas que no pueden tener perros en su casa, se dan a la tarea de esterilizar a varias hembras de la calle para que no produzcan más descendencia que solo vivirá para sufrir, y tras los cuidados post-operatorios nuevamente son dejadas en la calle. Algunos refugios están en su capacidad máxima y no pueden recibir más animales. Promocionar a un perrito para que sea adoptado no siempre es garantía de éxito y algunos jamás encuentran un hogar. La esterilización salva vidas y demuestra nuestro amor por los animales.
– Y como complemento a los puntos anteriores, no hay que contribuir a la promoción de cachorros en venta, aunque sea de parte de amigos y familiares.
La vida de un perro es relativamente corta. Lo más probable es que tenga que partir mucho antes que nosotros. Aunque el perro no logre comprender el valor emotivo de las situaciones, nosotros como humanos estamos conscientes de lo que un ciclo de compañerismo representa.
Cambiar el mundo de un animal sin hogar es la forma más humana de dignificar su vida.
Un perro que siempre se mostró agradecido por haber tenido la oportunidad de haber crecido dentro de un hogar, nunca se comparará con la gran satisfacción que su presencia ha dejado permanentemente en nuestro crecimiento como individuos.
Saber que un perro que pasó por hambre y sufrimiento finalizó su vida rodeado de una familia de cualquier número de integrantes, es una experiencia que solo los que lo viven pueden explicar. Cambiar el mundo de un animal sin hogar es la forma más humana de dignificar su vida.
El clima no es el mismo de años atrás y nuestros perros también sufren las consecuencias. En las últimas semanas, muchas ciudades han registrado temperaturas de más de 40 grados Celsius, con sensaciones térmicas de poco más de 50.
Los altos índices de radiación solar son un peligro para todos los seres vivos, especialmente para humanos y animales, que de estar expuestos a ello con regularidad, aumenta el riesgo de sufrir deshidratación, quemaduras, desarrollo de melanomas, golpes de calor, etc.
Si bien, los perros tienen gran capacidad de adaptación a la temperatura de su entorno, es un hecho que ante un calor reflejante abrumador, falta de sombra y aire caliente, su estado de salud se verá afectado.
Si notas que tu perro respira rápidamente, jadea sin parar o sus heces lucen menos firmes de lo normal, probablemente esté a punto de recibir un golpe de calor. Casi siempre los síntomas aparecen cuando el perro rebasa los 42 ºC. Actúa a tiempo y no permitas que continúe en ese estado.
De no regular la temperatura del cánido, podrían aparecer los síntomas del golpe de calor como falta de coordinación, convulsiones, diarreas, vómitos y pérdida de conciencia. Esto es de urgencia médica.
Para mantener saludables a nuestros perros, sigue las siguientes recomendaciones.
– Por ningún motivo deben permanecer sin agua fresca (no fría). Supervisa que el traste esté libre de hongos/moho.
– La cantidad de agua debe ser suficiente y hay que cambiarla con regularidad.
– Mantén su agua y comida en la sombra. Asegúrate que a ninguna hora queden expuestos a la luz solar.
– Puedes mojar un poco el piso o la tierra de los patios para que hallen lugares frescos donde puedan estar.
– Si no cuentas con patios techados, mantenlos dentro de casa. Procura retirar todo elemento peligroso que puedan morder o tirar.
– Una vez dentro de casa, abre ventanas.
– Si los perros se quedan solos en casa y temes que llueva, abre un poco una ventana y retira lo que pueda mojarse o cúbrelo con alguna lona.
– Evita que jueguen corriendo o saltando entre las 12 y las 5 pm.
-Al sacarlos a pasear, llevar siempre agua fresca en alguna botella. El perro no debe esperar hasta llegar a casa para beber líquido.
-Las albercas pueden ser una buena opción para que se refresquen, pero no todos los días.
– No los mantengas en aire acondicionado muchas horas. Pueden desarrollar problemas de salud al no estar adaptados a ese tipo de ambientes artificiales.
– Tampoco es necesario bañarlos continuamente, solo en casos donde luzcan débiles por el calor. El agua a 20 grados Celsius es suficiente para refrescar su cuerpo. Aplicar hielo en ingles y axilas por unos minutos, puede ayudar también.
Nunca los dejes dentro del auto.
-No los dejes dentro del vehículo, aún con las ventanas un poco abiertas o por unos minutos. Mucho menos si el automóvil está recibiendo los rayos del sol. Es mejor bajarlos y amarrarlos a un árbol o poste.
-En viajes largos, permite que el perro baje del vehículo para refrescarse con el aire natural y beba agua.
– Protégelos de las pulgas y garrapatas lavando patios con líquidos especiales (consulta con el veterinario) una vez por semana. De igual forma, utiliza champús repelentes. La aparición de este tipo de parásitos es más común en climas muy calurosos.
-Mantén a tu perro en buena condición física. Los perros obesos son más propensos a sufrir golpes de calor. De igual forma, perros braquicéfalos como el pug, sufren regularmente de enfermedades respiratorias y de problemas para regular su temperatura corporal. Con ellos hay que tener mayor supervisión y cuidado.
-En caso de que tu perro haya superado un golpe de calor, asegura que ninguno de sus órganos haya quedado dañado.
Los perros son curiosos por naturaleza y siempre van a desear probar aquello tan preciado que se encuentra en el plato de su propietario. Y es que aunque en nuestro discurso de lo que es correcto e incorrecto digamos que jamás vamos a ceder ante los caprichos de nuestra mascota, sus expresiones corporales y miradas a veces pueden más que nuestra rectitud.
Lo cierto es que la cantidad, la frecuencia de estos actos y el tipo de comida que les brindamos puede inclinarse más a un acto de irresponsabilidad que de amor aunque no podamos percibirlo al momento.
Muchos de los alimentos que comúnmente consumimos no son aptos ni siquiera para nosotros. Las altas concentraciones de grasas, sales y diversos químicos podrían repercutir negativamente en la salud del perro.
Un dato muy importante que siempre debemos considerar es que no todo alimento que es bueno para nosotros es bueno para nuestro perro. Por ejemplo, aunque las verduras, frutas y cereales son parte de una alimentación balanceada para el hombre, en los perros no es igual. Hay elementos de estos grupos alimenticios que podrían enviarlos al hospital.
La buena noticia es que no todo alimento es malo. Aunque lo más recomendable es nutrirlos con su propia comida, existen ciertos alimentos que no representan un peligro en caso de que sean premiados o consentidos en ocasiones especiales.
Los alimentos que sí pueden comer, son:
Carne de puerco
El cerdo cocido sin condimento y sin mucho aceite contiene proteína, entre otros nutrientes esenciales que pueden ayudar a su perro a tener mejor masa muscular. El cerdo crudo debe quedar totalmente descartado.
Carne de pavo
El pavo cocido y no condimentado es permitido. Comúnmente no contiene mucha grasa y posee varios nutrientes como proteína y fósforo. Solo hay que verificar que los huesos sea retirados, pues algunos son pequeños y en forma de astilla.
Otro aspecto a considerar son los huesos. Debemos tener mucho cuidado en proporcionar carne sin espinas para que no sufran lesiones externas o internas.
Huevo
Es un alimento seguro para los perros mientras estén cocidos. Las claras crudas o los huevos condimentados y cocinados con aceite con los que solemos alimentarnos, no son buena opción. El “huevo duro” es recomendable. Además de proporcionar proteína, calmará malestares estomacales.
Pescado
El pescado es otro alimento que los perros sí pueden comer. Los más recomendados son el salmón y las sardinas, siempre bajo cocción pero sin demasiado aceite y sin condimentos. Con el pescado mal cocido o crudo en su totalidad, podrían contraer bacterias como la salmonella o listeria.
El atún es permitido en cantidades moderadas, especialmente el fresco y cocido. El de lata no es recomendable por su cantidad de mercurio y sodio, pero si es otorgado rara vez, está bien.
Queso
Un poco de queso no causará problemas, a menos qué, el perro sea intolerante a la lactosa, algo muy poco común pero posible. El más recomendable es el mozzarella, así como el requesón, en lugar de manchego y otros curados, grasos o condimentados.
Jamón
El jamón no es tan dañino porque representa un cierto porcentaje de proteína pero no es el alimento más saludable por su alto contenido de sodio. Si el jamón es de excelente calidad es aceptable en pocas porciones, pero si es muy económico, no. Cabe mencionar que el jamón serrano aunque es costoso, no es recomendable.
Anacardo
En Sudamérica es muy común el anacardo o cajú, un fruto que contiene importantes cantidades de calcio, magnesio, antioxidantes y proteínas que al cánido le sentará bien. Unos 2 o 3 a la vez es suficiente.
Coco
El coco natural ayudará a que el perro tenga mejor aliento, además de reforzar sus sistema inmune. La leche de coco o el aceite de coco no son peligrosas si llegara a consumirlos en menor cantidad accidentalmente. Se sugiere dar trozos de coco natural en vez de que el perro lo arranque del fruto, pues, las hebras que este libera podrían atorarse en su garganta.
Maíz
Suele estar presente en las comidas caninas, así que es un alimento seguro, siempre y cuando se le brinde en granos y no en la mazorca. Una cantidad moderada le proporcionará vitaminas y minerales.
Pan
Se cree que el pan es muy malo para los perros pero no es así. Si bien no es un alimento que les aporte nutrientes, tampoco va a dañar su salud. Un trozo pequeño de pan sin especias, pasas o glaseados no representa peligro. Los panes caseros suelen ser mejores que los de supermercado; sin embargo, si se puede evitar esta comida para ellos, mejor.
Leche
Los perros pueden tomar leche mientras no sean intolerantes a la lactosa, pues de lo contrario no podrán digerirla y les ocasionará problemas estomacales. Mientras el perro pueda tomarla sin problema, un poco de leche de vez en cuando es suficiente.
Otros alimentos permitidos en pequeñas cantidades:
Quinoa.
Miel.
Mantequilla de maní.
Arroz.
Granos como la avena o la cebada.
Yogurt.
Zanahoria.
Pepino.
Papa.
Manzana.
Los alimentos NO aptos para perros.
Ahora viene aquella lista que debe tener nuestra mayor atención. Cualquiera de los alimentos a continuación mencionados, representan un peligro para cualquier perro de la edad que sea. Simplemente debemos eliminarlos de las opciones para su alimentación.
Cebolla y Ajo.
Cualquier condimento.
Uvas.
Aguacate.
Chocolate.
Canela.
Café.
Azúcar.
Almendras.
Nueces de macadamia.
Alcohol.
Masas fermentadas.
Huesos.
Pasas.
Helados y caramelos.
Pimientos.
Toda la lista anterior es peligrosa para los perros; sin embargo, el ajo, la cebolla, la uva, la pasa y el chocolate representan uno de los alimentos más peligrosos y nocivos.
El ajo, la cebolla y los puerros son severamente tóxicos. El peligro de estos alimentos radica en que están “ocultos” entre la comida. Es decir, si alimentos aceptables como el pollo, la carne de cerdo o el pescado contienen ajo o cebolla como condimentos no visibles para darles sabor, para los humanos es delicioso, pero para los perros puede ser crítico. El ajo o la cebolla acumulada en el organismo de los canes provoca anemia, ritmo cardíaco elevado, debilidad y colapso.
Las uvas y pasas por su parte, son altamente tóxicas aún no tengan semillas o piel. Se desconoce cuál es la sustancia que causa los daños, pero ninguna cantidad es buena para ellos. La toxicidad con cualquiera de estos dos alimentos puede ser fatal al provocar una insuficiencia renal aguda de manera repentina.
Chocolate. La popular creencia sí es real; el chocolate es muy peligroso para un perro. Este manjar para los humanos contiene sustancias tóxicas como las metilxantinas que detienen el proceso metabólico del animal. Un poco de chocolate, especialmente el amargo, causará diarrea y vómitos. Una cantidad mayor por descuido o desconocimiento será peor, pues el perro podría convulsionar y morir.
La gravedad puede variar de acuerdo a la pureza del chocolate y su elaboración o combinación con otros ingredientes. Saber qué tipo de chocolate y cuánto, podría ayudar al veterinario a medir la gravedad.
Atención: CUALQUIER alimento humano otorgado a nuestra mascota debe hacerse con la cantidad mínima para descartar posibles alergias que podrían ser mortales. Mejor optemos por darles moderadamente galletas caninas.
Una de las preguntas más comunes sobre los perros es el tiempo que dura su gestación. Esta es una etapa emocionante para los propietarios, ya que saben que dentro de poco tiempo van a recibir hermosos cachorros. Del mismo modo, saben que la perrita necesita de ciertos cuidados para evitar complicaciones.
El período de gestación de una perrita es de alrededor de 63 días después de la concepción, con variaciones entre 56 y 70 días. Esta variación se produce por el momento exacto de la fertilización con relación al apareamiento.
A pesar de que es un proceso natural que se presenta en la vida de algunas hembras, el propietario debe tener conocimiento sobre qué hacer en determinados casos y qué podría beneficiar más a la hembra en ciertas situaciones donde pudiera sentir incomodidad.
Información en Video.
Antes de considerar el embarazo de su perrita, es importante verificar que su estado de salud sea óptimo; qué cuente con una edad adecuada de al menos 2 años y máximo 5 y que esté ‘al día’ con sus vacunas. Con relación al rango “adecuado” entre 2 a 5 años, este podría variar de acuerdo a la raza y al historial reproductivo.
Señales de que una perrita está embarazada.
Para empezar, una perrita puede quedar preñada durante su período fértil conocido como “celo”, que tiene una duración aproximada de 3 semanas.
Quizá sea demasiado obvio saber cuando una perrita está embarazada, pero durante las primeras semanas podría pasar desapercibido; incluso, algunos dueños se han percatado de la situación casi al término del proceso. Para que no sea nuestro caso, existen señales tempranas que nos indican que una perrita tendrá crías próximamente.
Verifique los siguientes signos:
– Sus tetillas están más oscuras y levemente más grandes.
– Al igual que en las mujeres, se producen escasos vómitos. Si esto se vuelve frecuente, es importante contactar al veterinario.
– Su peso ha incrementado. Esto sucede alrededor del día 35, pero este tenderá a incrementar con el paso de los días.
– Su apetito y su energía disminuye. Podría ser normal a cierto grado, pero si deja de comer por completo o todo el día permanece acostada, no es buena señal.
– Alrededor del día 40 se puede ver una diferencia en el abdomen, el cuál lucirá más hinchado, dependiendo del tamaño de la camada.
Debemos tomar algunas medidas que puedan garantizar en mayor porcentaje un parto exitoso y sin complicaciones. Para ello, tomemos en cuenta que el apetito de la perrita va a aumentar la segunda mitad del embarazo, así que al momento de saber que esta espera crías, hay que acudir al veterinario para que adapte su dieta.
Proceso de un embarazo canino.
El proceso comienza cuando un macho monta a la perra y ocurre la penetración. Muchos se preguntan por qué el macho suele quedarse “atorado” dentro de la hembra. Esto pasa por un reflejo vaginal que atrapa el órgano sexual del macho hasta que concluya el acto, el cuál puede llevar desde menos de un minuto hasta 30 minutos y con una posible posición corporal diferente; es decir, el macho da un giro de 180 grados. Es importante saber que durante esta extraña posición, no se intente separarlos.
Pasado el acto, no precisamente ocurre la fertilización. Los espermatozoides tienen una vida de 7 días dentro del útero, por lo que la fertilización puede ocurrir días después del apareamiento.
Durante un embarazo, una perrita no deberá tener episodios de estrés. El peso del can debe mantenerse estable y en los primeros días no es necesario modificar su dieta aún, a menos que sea conveniente. Verifique que el alimento que se le otorga sea de buena calidad, o de lo contrario requerirá vitaminas.
Durante la tercera semana los embriones se aferran al revestimiento uterino para poder desarrollarse. Una vez logrado, estarán protegidos por una membrana que proporcionará nutrientes.
Alrededor del día 25, es decir, la cuarta semana, el médico veterinario puede realizar un ultrasonido para tener una idea sobre el tamaño de la camada y el avance de su desarrollo, así como posibles anomalías. Un vez determinados los detalles, el médico dará las instrucciones necesarias para controlar la condición del animal.
El día 35 marca el final de la embriogénesis, nombre que recibe la primera fase de la gestación. El embrión es ahora un feto que ya comenzará a formar sus pequeños órganos vitales. En esta etapa, el peso del feto aumentará en un 75 %.
En la semana 6 la perra entra a la última fase de la gestación por lo que su dieta tendrá que ser más completa en proteínas y minerales. Y aunque su deseo sea comer, puede que se le dificulte un poco por su abdomen distendido. Lo ideal es ofrecerle varias comidas pequeñas durante el día.En esta etapa el feto desarrolla garras, gana peso y su esqueleto comienza a ser más sólido.
Cachorros a días de nacidos.
Durante la séptima semana, o alrededor del día 45, el feto desarrollará pelo y algunos huesos que permanecían frágiles terminan de fortalecerse. Es momento de prepararse para el parto, así que pregunte a su veterinario la mejor forma de evitar infecciones con parásitos.
El lugar en el que la perra recibirá a los cachorros tiene que estar preparado. Debe ser tranquilo, limpio y lejos del paso de las personas y del ruido. Lo más importante es que el lugar sea cálido para comodidad de los recién nacidos, quienes necesitan del calor además del de su madre. Una temperatura ideal sería entre 24 y 26° C al menos durante la primera semana.
Para el día 50 puede pedir al veterinario una radiografía para confirmar el número de crías y así esperar a recibir el número indicado durante el parto. Algunos veterinarios no ven necesario este paso.
Para evitar partos sorpresas, es recomendable tomar la temperatura de la perrita tres veces al día. Un grado menos comparado con el día anterior, indica que el parto está a punto de acontecer.
El propietario de los perros debe procurar mantener la higiene lo mejor posible, pero sin limpiar con químicos o alterar la tranquilidad de los perros. Las telas limpias o los papeleas absorbentes pueden ayudar mucho. De igual forma, si la perrita tiene mucho pelaje alrededor de la vulva y los pezones, un recorte facilitará los procesos.
Tenga a la mano guantes desechables y el número de su médico veterinario para cualquier emergencia. Puede comunicarle un par de días antes que su perrita tendrá a sus crías para que lo tenga como prioridad en caso de llamada.
Recuerde que una perrita es más sensible después del parto; es decir, su instinto protector puede volverla un poco agresiva o insegura. Tenga paciencia y acérquese lentamente a los cachorros. Procure también que la madre no los aplaste con su propio peso ante un descuido.
Cabe mencionar que también en los perros se recomienda el embarazo planeado. La sobrepoblación actual de perros exige que cada dueño sea responsable sobre la salud y bienestar de su mascota y de sus crías. La venta de perros o el abandono, son actos indeseados que alimentan la crueldad y la falta de compromiso con la sociedad.