Erliquia en Perros, Síntomas y Tratamiento.

Erliquia en Perros, Síntomas y Tratamiento.

Erliquia en Perros, Síntomas y Tratamiento.

La erliquia canina es una enfermedad infecciosa que se transmite por garrapatas a causa de un organismo patógeno denominado Ehrlichia canis. Aunque este padecimiento se distribuye por todo el mundo, se produce mayormente en regiones con climas cálidos. Los humanos podrían infectarse después de la exposición con garrapatas.

¿Cómo se infecta un perro con erliquia?

Se transmite a través de la picadura de garrapatas infectadas. Estas garrapatas se identifican por ser de color marrón. Rhipicephalus sanguineus, es el portador principal, pero se ha demostrado que otras especies de garrapatas del género Ixodes, Amblyomma y Otobius también la transmiten.

Otra forma de contagio menos común es por medio de una transfusión de sangre de un perro infectado hacia un perro sano.

Tipos de erliquia:

Se identifican dos tipo de erliquia. Una afecta los glóbulos blancos, rojos y plaquetas. La otra denominada “erliquia platys”afecta directamente a las plaquetas. Ambas son muy peligrosas, pero la segunda se caracteriza por provocar trombocitopenia cíclica infecciosa; es decir, los niveles de plaquetas es tan bajo, que el animal presenta moretones en todo el cuerpo, además de posible sangrado por la nariz.

Existe otro tipo de erliquia que se manifiesta en varias regiones de los Estados Unidos. Esta se conoce como ehrlichiosis granulocítica canina (CGE) y se transmite también por una garrapata conocida como Amblyomma americanum, quien solo permanece en dicho país de América.

Síntomas de la erliquia.

En ambos tipos de erliquia existen síntomas. Un perro puede lucir normal días después de una mordedura de garrapata infectada. Si sus anticuerpos no pueden combatirlo, se iniciará la fase aguda de la infección, donde la bacteria se está reproduciendo en algún tipo de glóbulo banco para diseminarse por todo el cuerpo.

Los síntomas más visibles en el perro son:

Fiebre

Depresión

Letargo

Anemia

Poco apetito o anorexia

Moretones

Inflamación de ganglios linfáticos

Inflamación crónica del ojo

Anomalías neurológicas

Cojera por dolor articular

Hinchazón de extremidades

Síntomas de la erliquia canina.

Los síntomas de CGE son similares a estos mencionados, con probabilidad de que el perro también presente vómitos y diarrea.

Los signos se dividen en tres etapas: aguda (enfermedad temprana), subclínica (sin signos externos) y crónica (infección de larga duración).

La fase aguda dura entre dos a cuatro semanas, mientras la subclínica está presente sin causar signos externos de la enfermedad; es decir, puede ser que los propietarios no se percaten de la infección, lo que la hace una fase peligrosa. Lo mejor que puede ocurrir, es que el organismo del perro expulse el patógeno; pero si no, el padecimiento progresará a la siguiente etapa.

La gravedad de la enfermedad está en que si la principal productora de células sanguíneas, es decir, la médula ósea, falla, no hay manera de que el perro las produzca, por lo que muere.

Diagnóstico.

Es un poco difícil detectar la enfermedad en su etapa inicial, mientras que el sistema inmune generalmente responde con anticuerpos de dos a tres semanas después de la presencia.

El médico puede emitir un diagnóstico favorable si ante un solo síntoma, el propietario realiza pruebas de sangre. Lo primero que hará un médico veterinario es revisar el historial de salud, realizar un examen físico general y un hemograma completo, así como un panel de química sanguínea, análisis de orina, examen fecal y otras pruebas específicas que revelará cifras determinadas. Como por ejemplo, números de plaquetas y de anticuerpos, lo que finalmente comprobará si se trata de erliquia o de alguna otra afección.

Pregunte a su veterinario por el examen microscópico y diagnóstico molecular PCR. Ello le permitirá un mejor diagnóstico.

Tratamiento.

El médico puede recetar antibióticos una vez al día por algunas semanas, así como otros tipos de medicamentos, pero es importante asegurarse de que otros órganos del perro no vayan a dañarse demasiado. Discuta todas las opciones posibles con su médico veterinario y que recomiende la mejor. Si el perro recibe tratamiento de manera oportuna, su condición mejorará hasta quedar fuera de peligro.

Cuando el perro ya presenta anemia severa o problemas de sangrado, es urgente realizarle una transfusión de sangre. No obstante, esto no trata la enfermedad subyacente.

Cómo evitar la erliquia.

No existe vacuna para proteger a los perros de las garrapatas, solo medidas de prevención.

Para prevenir la enfermedad es necesaria una correcta higiene de los perros y del lugar donde se encuentran. Un perro que ha sido infectado, puede caer nuevamente. Los lugares insalubres donde se halla excrementos, basura, vegetación crecida y calor constate, son idóneos para la proliferación. Además de la limpieza, el uso de productos antigarrapatas y pulgas, ayudará a mantenerlas alejadas por un tiempo. Esto debe repetirse continuamente para evitar que se reproduzcan hasta llegar a poblaciones incontrolables. Los líquidos y pastillas masticables deben ser supervisadas por un veterinario.

¿Puedo contraer erliquia de mi perro?

Los humanos no pueden contraer la enfermedad directamente del perro, pero sí por picaduras de garrapatas, siendo esta la única manera. Los perros infectados son indicadores de que la presencia de estos parásitos podrían afectar nuestra salud. Es por ello que la higiene no solo debe estar presente en nuestros animales, sin en todo lugar donde convivimos con ellos.

 

Fuentes

https://www.petmd.com/dog/parasites/signs-and-symptoms-ehrlichiosis-dogs

https://vcahospitals.com/know-your-pet/ehrlichiosis-in-dogs

https://www.cvbd.org/static/documents/digest/CVBD_Easy-to-digest_no_7_ehrlichiosis.pdf

17 Preguntas sobre la Leishmaniosis Canina

17 Preguntas sobre la Leishmaniosis Canina

17 Preguntas sobre la Leishmaniosis Canina.

¿Qué es la Leishmaniosis?

La Leishmaniosis es un conjunto de enfermedades parasitarias muy extendidas a nivel mundial, causadas por un protozoo parásito del género Leishmania que se transmite por la picadura de flebótomos hembra infectados. Este tipo de parásito cuenta con más de 20 especies diferentes.

¿Es conocida con otros nombres?

Es también denominada leishmaniasis y en algunos países de habla hispana se le conoce como “enfermedad del mosquito”.

¿Qué son los flebótomos?

Son insectos hematófagos muy parecidos a los mosquitos que ejercen como principales transmisores del parásito de la leishmania, el cual se desarrolla en la enfermedad leishmaniosis.

¿Cuáles son las características más distintivas de un flebótomo?

Son insectos nocturnos cuya mayor actividad se registra al atardecer, siempre y cuando las temperaturas estén por encima de los 16 o 18 grados Centígrados y no haya presencia de lluvia o vientos fuertes.

A diferencia de los mosquitos, el vuelo de los flebótomos es silencioso. Tienen una atracción por objetos luminosos y tienen un corto alcance de aproximadamente 2 kilómetros.

Su apariencia externa es peculiar y miden apenas de 2 a 3 mm de longitud. Muestran un cuerpo cubierto de pelos (incluso en las alas) con patas muy largas y delgadas, además de unas alas grandes y redondeadas. Son de color dorado o beige y su abdomen se torna rojo cuando se alimentan de sangre.

¿Cómo es el ciclo de vida de un flebótomo?

El flebótomo se desarrolla en ambientes naturales como zonas semidesérticas, madrigueras de animales o zonas con jardines donde la combinación de materia orgánica, humedad y temperatura son óptimas para su creación.

Tal como un mosquito, comienza con su etapa de huevo, para pasar a ser larva, pupa y finalmente adulto, donde solo las hembras tienen la posibilidad de transmitir la enfermedad.

Flebótomo causante de Leishmaniosis.

Flebótomo transmisor de Leishmania.

¿Por qué solo las hembras transmiten la enfermedad?

Ambos sexos se alimentan de azúcares de algunas plantas, así como de las sustancias de ciertos insectos, pero las hembras son las que difieren al nutrirse de sangre.

Esta sangre les aporta lo necesario para producir huevos. Aproximadamente 7 días después de que una hembra absorbe sangre de su víctima, colocan alrededor de 100 huevos sobre superficies húmedas ricas en materia orgánica. Una hembra infectada no contagia a sus huevos con la enfermedad.

¿Es común que le dé a los perros?

Clínicas veterinarias de diversos países, afirman que la leishmaniosis es una enfermedad habitual, casi tan común como los casos de sarna.

¿Cómo afecta la Leishmaniosis a los perros?

Realmente es una enfermedad grave que puede llegar a ser mortal para los perros.

Su forma de transmisión es muy fácil y rápida. Cuando el flebótomo pica a un perro infectado, al ingerir su sangre se lleva consigo el parásito de la Leishmania. Este parásito muta en el sistema digestivo del flebótomo y se vuelve efectivo. Cuando este insecto pica a un perro sano, le transmite la enfermedad.

Una vez que ya forma parte del perro, el parásito pasa a los vasos sanguíneos a través de la piel y ahí se dispersa por todo el cuerpo, razón por la que ha sido tan complicado hallar una cura a la enfermedad.

¿Cuáles son los síntomas de un perro con leishmaniosis?

Son varios, pero no son síntomas que se manifiesten al mismo tiempo o de forma reglamentaria, es decir, cada perro puede mostrar diversos síntomas debido a que una gran cantidad de órganos podrían ser afectados.

Es probable también que no se presente ningún síntoma en animales en estado subclínico o de latencia según su sistema inmunitario, y que al cabo de unos años, la enfermedad se desencadene. Hay casos donde perros jamás desarrollaron la enfermedad aunque casi toda su vida fueron portadores. Esto depende de su modo de vida, sus cuidados, su tipo de alimentación y actividad física.

En el caso de perros sintomáticos, la enfermedad suele aparecer después de 2 a 4 meses de la transmisión.

Los síntomas más frecuentes y visibles de la leishmaniosis son:

Pérdida de peso.

Pérdida del apetito.

Lesiones en la piel.

Problemas al caminar por atrofia muscular.

Fallos renales.

Inflamación de los ganglios.

Deficiencias o lesiones oculares como conjuntivitis o ceguera.

Hemorragias nasales.

Ataques cardíacos leves.

¿Qué se debe hacer en caso de creer que mi perro presenta algunos síntomas?

Termine de informase sobre la leishmaniosis en esta seria de preguntas y consulte al médico veterinario, ya que la única manera de certificar la enfermedad es mediante un análisis de sangre. Es mejor cerciorarse a tiempo para evitar complicaciones, pues, si un perro posee la enfermedad y no se sabe, sus vacunas regulares de moquillo, Parvovirus, etc., etc. pueden agravarle la enfermedad.

Si el perro está sano, pregunte al especialista un método de prevención medicinal. Existen jarabes e inyecciones que reducen las posibilidades que el perro sea picado.

¿La leishmaniosis canina tiene cura?

Actualmente no se han podido desarrollar medicamentos que prevengan la leishmaniosis, pero sí pueden ser aplicadas algunas medidas de prevención.

Con relación a su cura, no hay una como tal. Si el perro es diagnosticado a tiempo, es muy posible que pueda tener una calidad de vida normal ante un tratamiento largo y delicado, aunque siempre albergará al parásito de la leishmania. El objetivo del tratamiento es que el parásito permanezca en latencia el mayor tiempo posible. Las sustancias para tratarla pueden administrarse vía oral o a través de inyecciones.

En casos de perros que son diagnosticados en etapas tardías o que presentan un sistema inmune débil ya sea por deficiencia nutricional, enfermedad o edad, ocurrirá la muerte.

enfermedad leishmaniosis canina.

Prevención de la Leishmaniosis canina.

¿Qué puedo hacer para prevenir esta enfermedad en mi perro?

La mejor manera de prevenir que nuestras mascotas contraigan el parásito, es limitando los paseos nocturnos y dejar que el perro duerma dentro de casa durante las noches. Puede ser en cuartos de lavado o bodegas en el hogar, siempre y cuando se mantenga limpias y protegidas con mallas en las ventanas.

Otra opción es adquirir collares repelentes impregnados con deltametrina para ahuyentar pulgas y garrapatas. De alguna manera esto podría alejar a un flebótomo infectado, reduciendo las posibilidades de contagio.

¿Cuál es la época de mayor riesgo?

Los felbótomos viven en zonas cálidas y secas, sobre todo en regiones con humedales. El punto más alto de riesgo se produce entre las estaciones de primavera y verano de varias regiones del mundo. En algunos países es probable que el riesgo de contagio se prolongue durante todo el año, razón por la que las medidas de prevención deben ser permanentes.

¿En todos los países es común la leishmaniosis?

Es común en más de 70 países del mundo, especialmente los que forman parte del sur de Europa, África, Asia, Sudamérica y Centroamérica. Algunos casos ya se han presentado en Norteamérica.

¿La leishmaniosis es posible en humanos?

Hay unas 70 especies animales que son reservorios naturales de Leishmania. Entre ellas está el ser humano, así que sí es posible. En el continente americano, el vector es un mosquito del género Lutzomyia, y en Europa, es uno del género Phlebotomus.

¿Se puede contraer leishmaniosis de un perro infectado?

Hasta la fecha, no se han registrado casos de transmisión de esta enfermedad de perros hacia humanos.

¿Es muy común la leishmaniosis en humanos?

La Organización Mundial de la Salud determinó que solo una pequeña parte de las personas infectadas por Leishmania terminan por padecer la enfermedad. Se estima que cada año se producen en el mundo entre 700,000 y un millón de nuevos casos y entre 20,000 y 30,000 defunciones.

 

 

Fuentes.

http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs375/es/

https://www.scalibor.es/

https://www.cdc.gov/parasites/leishmaniasis/dogs.html

http://www.facmed.unam.mx/deptos/microbiologia/parasitologia/leishmaniosis.html

https://parasitesandvectors.biomedcentral.com/articles/10.1186/1756-3305-4-86

F. Marín Iniesta, Francisco Martín Luengo. Manual para el diagnóstico de leishmaniasis. EDITUM, 1982.

Revista Animalia. Jun 2004. 68 pages. Vol. 17, No. 165. Published by Reed Business Information Spain.

Fidalgo Álvarez, Luis Eusebio. Patología médica veterinaria: libro de texto para la docencia de la asignatura. Univ Santiago de Compostela, 2003.

Dermatitis en Perros

Dermatitis en Perros

Dermatitis en perros

En términos generales, la dermatitis es la inflamación de la piel. Aunque suele ser común en humanos, la dermatitis en perros es también un problema recurrente que puede manifestarse de diversas maneras.

Las dermatitis alérgicas en perros son consecuencia de reacciones del sistema inmune ante elementos extraños, pues se genera mayor número de anticuerpos y se activan mecanismos de defensa para evitar una invasión. Los elementos extraños se denominan antígenos, pero cuando inducen a la dermatitis alérgica reciben el nombre de alérgenos.

Algunos de los alérgenos que generan dermatitis alérgica son:

Aeroalérgenos – Desarrollan la dermatitis atópica.
Trofoalérgenos – Desarrollan las alergias alimentarias.
Compuestos de la saliva de las pulgas – Desarrollan dermatitis alérgica a la picadura de estos insectos.

Dermatitis Atópica Canina.

Para comprender un poco más el concepto, la atopia es la predisposición hereditaria a desarrollar reacciones de hipersensibilidad inmediata y es una de las principales causas de dermatitis alérgica.

La dermatitis atópica canina es una enfermedad bastante común que es causada por una reacción alérgica a una o más sustancias en el medio ambiente. Se cree que la inhalación y/o la absorción percutánea pueden ser rutas de acceso al organismo.

La edad de inicio de los síntomas varía desde los 6 meses hasta los 7 años, pero es mucho más común entre los 6 meses y los 3 años, casi en un 75 por ciento. Las razas más vulnerables a contraer esta clase de dermatitis son: Bulldog inglés y francés, bull terrier, bóxer, dálmata, fox terrier, labrador y golden retriever, pastor alemán, shar pei, pastor belga, pequinés, setter irlandés y west highland white terrier.

Como síntomas comunes de la dermatitis atómica en perros podemos mencionar la comezón intensa; la piel de algunas áreas luce enrojecida, húmeda o arañada debido a lesiones con las garras o dientes y los oídos pueden presentar inflamación. Esto los vuelve más propensos a adquirir pulgas y garrapatas, con lo que fácilmente podrían contraer una infección.

Entre los tratamientos está la inmunoterapia, la administración de medicamentos antiinflamatorios, la terapia tópica y los medicamentos antibacterianos y antimcóticos, pero la mejor opción la determinará el médico veterinario.

Dermatitis por Alergias Alimentarias

No es común y algunas son estacionales, pero hay que tomarle importancia. Un perro puede tener reacciones de hipersensibilidad ante la ingesta de un alimento, ya sea procedente de productos comerciales o de comida casera. Las carnes y los lácteos del vacuno representan del 40 al 80 por ciento de los casos de dermatitis canina por alergia alimentaria. Le siguen el cerdo, pollo, huevo, soya, cereales y pescado.

Dermatitis Alérgica a la Picadura de Pulgas

Dermatitis canina por pulgas.

Proviene de los antígenos presentes en la saliva de estos pequeños insectos. Es más frecuente en perros que tienen entre 3 y 6 años de edad y los síntomas pueden ser estacionales, dependiendo de las condiciones climáticas y la higiene donde transite el animal. El cuadro clínico puede empeorar con la edad y los síntomas iniciales suelen ser muy ligeros para después convertirse en serios problemas de salud si no se atienen a tiempo.

El tratamiento debe ser supervisado por un médico veterinario, para que al mismo tiempo de sanar, se evite la picadura de más pulgas que puedan desarrollar infecciones secundarias. Insecticidas tópicos de acción inmediata podrían ser una solución.

Dermatitis de Levadura

También es conocida como dermatitis por Malassezia y es una condición prurítica, es decir, con sensación de picor, en este caso producida por el hongo Malassezia pachydermatis. Se caracteriza por dejar una piel engrosada en el animal, así como por un olor a humedad, enrojecimiento, piel escamosa e hiperpigmentación. También puede generar otitis e infecciones de oído.

Las razas más vulnerables a sufrir dermatitis por Malassezia son: basset hound, cocker spaniel, silky terrier, maltés, chihuahua, poodle, teckel, shetland sheepdog y australian terrier.

Su tratamiento puede llevarse a cabo vía oral, tópica o combinada con ambas. El tiempo de recuperación se basa en las condiciones de salud de su perro y en el avance de la irritación.

Dermatitis alérgica de contacto

Se trata de una dermatosis papular y macular, es decir, con pápulas y manchas en las zonas afectadas, por lo que es fácil de detectar. Suele aparecer en partes corporales con poco pelo y se origina por contacto de la piel con determinadas sustancias.

Aunque no es un problema que atente contra su vida, es importante darle atención médica para evitar complicaciones, pero primero es importante identificar qué objeto o sustancia le originó tal reacción desfavorable. Ya sea un producto de limpieza del hogar, un collar, algún juguete, su propio champú, etc. Si lo identifica, lléveselo al médico.

Dermatitis de pliegues cutáneos

Es una infección bacteriana superficial que se produce en aquellos perros con pliegues cutáneos, tal como el pug, shar pei, bull dog, mastín napolitano, entre otros. Comúnmente se origina por falta de higiene, o bien, por falta de un adecuado secado después de mojarse o bañarse, razón por la que se caracteriza por un mal olor.

Se divide en :

Dermatitis en pliegues faciales.
Dermatitis en pliegues de los labios.
Dermatitis en pliegues de la cola.
Dermatitis en pliegues vulvares.
Dermatitis en pliegues corporales.

Dermatitis Acral por Lamido

Esta es muy común y se presenta por un lamido continuo o crónico de un área corporal. La mayoría de las veces suelen ser las patas delanteras, pero puede ser cualquier parte que sea cómoda para su contacto.

No se conocen las causas exactas; podría ser ansiedad, estrés, aburrimiento o alguna hipersensibilidad. El problema se distingue fácilmente por un área irritada y con posible alopecia. El médico debe hacer una valoración fúngica y otorgar el tratamiento adecuado.

Si se logra identificar cualquier tipo de dermatitis antes mencionadas en nuestros perros, es importante no aplicar sustancias o medicamentos con el objetivo de aliviarlos, pues, podríamos empeorar por mucho su salud. Otórgale atención veterinaria y siga todas las indicaciones.

 

 

Referencias:

Fidalgo Álvarez, Luis Eusebio. Patología médica veterinaria: libro de texto para la docencia de la asignatura. Univ Santiago de Compostela, 2003.

Linda Medleau, Keith A. Hnilica. Dermatología de pequeños animales: atlas en color y guía terapéutica. Elsevier España, 2007.

Schaer, Michael. Medicina clínica del perro y el gato. Elsevier España, 2006.

Fougère, Barbara. The Pet Lover’s Guide to Natural Healing for Cats & Dogs. Elsevier Health Sciences, 2006.

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4531508/

https://vcahospitals.com/know-your-pet/yeast-dermatitis-in-dogs

Moquillo en Perros

Moquillo en Perros

Moquillo en Perros

Moquillo en Perros

El moquillo o distemper es una enfermedad viral perteneciente a la clase de virus Morbillivirus que cualquier perro no vacunado corre el riesgo de desarrollar. También es llamada enfermedad de Carré en honor a Henri Carré, veterinario y microbiólogo de origen francés que descubrió el virus que provoca el moquillo.

El moquillo canino es muy grave y altamente contagioso.

El moquillo canino es muy grave y altamente contagioso, pues los perros con moquillo expulsan orina, saliva y secreciones respiratorias infectadas con el virus. Al estar en el medio ambiente, las partículas liberadas pueden entrar en contacto con perros susceptibles al contagio, introduciéndose a su cuerpo por boca o nariz y viajando a través del sistema linfático y circulatorio para invadir el tracto respiratorio y gastrointestinal. Si bien, esto ya es algo grave, el moquillo también provoca deficiencias en su sistema nervioso.

Por si fuera poco, el moquillo podría afectar a otros animales que se tengan en casa, como hurones, o bien, animales salvajes que merodean en las zonas residenciales de algunas ciudades, como zorros y mapaches.

Los perros no inmunizados contra el moquillo tienen más riesgo de contraerlo si presentan otras infecciones bacterianas o gastrointestinales, especialmente si se relacionan con un animal infectado. Muy pocas veces se adquiere por vacunas mal empleadas, es decir, con las dosis mal atenuadas.

Síntomas

Con el moquillo se presentan numerosos síntomas no siempre visibles, pero si sospechamos que nuestro perro está infectado, podemos comenzar fijándonos en estos cuatro signos:

1. Síntomas respiratorios y oculares.

Las señales más comunes en el moquillo son ojos y nariz con escurrimiento de fluidos y posible dificultad para respirar. El perro puede presentar fiebre como parte de la reacción infecciosa y su apariencia será débil, incluso cuando tenga que alimentarse.

2. Vómitos y diarrea

Los vómitos y la diarrea aparecen cuando el moquillo está un poco más avanzado. Esto producirá deshidratación en el perro y posible presencia de sangre en sus evacuaciones, pues su sistema inmune cada vez más débil, se ve imposibilitado para atacar la enfermedad.

3. Cambios en la piel

Los veterinarios recomiendan que ante posibles dudas de moquillo en nuestros perros, revisemos cambios en la piel, primordialmente la que cubre la nariz y las almohadillas de sus pies. Si estas zonas lucen duras, gruesas y agrietadas por falta de humedad, hay que actuar a tiempo.

Los cachorros pueden tener inflamación cutánea con formaciones de pústulas, que son abultamientos pequeños que contienen pus en su interior. No hay que reventarlos; un tratamiento adecuado podría desaparecerlas apropiadamente.

El cuarto síntoma es el más grave, derivado de una falta de responsabilidad en la salud del perro.

4. El moquillo canino puede afectar el sistema nervioso central.

Esto comienza con chasquidos de la mandíbula y rigidez en partes corporales. Tras el avance, aparecen otros síntomas como espasmos, dificultades para mantener el equilibrio, debilidad extrema y convulsiones. Cuando el moquillo llega a esta etapa, las posibilidades de que un perro sobreviva son muy pocas. Si el animal tenía el sistema inmunológico débil cuando lo adquirió, la muerte puede ocurrir entre dos a cinco semanas.

Diagnóstico y vacunas

Si observamos que nuestro perro tiene uno o dos más síntomas mencionados anteriormente, debemos obtener un diagnóstico avalado por un médico, quien realizará pruebas bioquímicas y análisis de orina para revelar números de glóbulos blancos. También revisará de manera más minuciosa el pelaje, las mucosas nasales y las almohadillas para no tener duda alguna de que se trata de moquillo canino.

La mayoría de los casos de moquillo pueden prevenirse.

La mayoría de los casos de moquillo pueden prevenirse. Es importante siempre vacunar a nuestros perros y no dejar pasar ninguna de sus visitas obligatorias con el médico veterinario.

Los cachorros deben recibir de tres a cuatro vacunas cada tres semanas hasta que cumplen 4 meses de edad. Después, se aplica un año después y los refuerzos son cada tres años aproximadamente, o los que el médico señale. Antes de que un cachorro tenga sus vacunas, no debe salir a la calle ni relacionarse con otros perros.

Las vacunas más comunes son la trivalente, la tetravalente o la polivalente.

La trivalente protege contra moquillo, hepatitis infecciosa canina y leptospirosis, enfermedad bacteriana transmitida por la orina. La tetravalente posee las mismas que las anteriores más la de parvovirosis canina, una enfermedad muy común y peligrosa que afecta principalmente a cachorros.

La vacuna polivalente, como su nombre lo dice, es más completa, pues contiene la protección de la trivalente y tetravalente, además de protección contra el coronavirus canino, parainfluenza, leptospirosis, Traqueobronquitis Infecciosa Canina (TIC), conocida coloquialmente como “tos de las perreras”, entre otras. Las vacunas polivalentes se clasifican de acuerdo al número de inmunizaciones, en: pentavalente, hexavalente y octovalente.

El virus del moquillo es muy cercano al sarampión humano.

Moquillo y humanos

Como ahora sabemos, el moquillo es muy peligroso para los perros, pero no llegar a ser una amenaza para los humanos aunque lo relacionen mucho con un catarro. Más bien, el virus del moquillo es muy cercano a nuestro sarampión, pues pertenece al género Morbillivirus de la familia Paramyxovirus.

Una persona vacunada contra el sarampión podría portar el virus del moquillo en su cuerpo, pero este no infectará el organismo ni mostrará síntomas, lo que lo convierte en asintomático para el hombre.

Lo que sí es muy importante, es saber que el ambiente queda infectado después de un caso de moquillo canino, por lo que todo el lugar debe limpiarse con desinfectante y agua muy caliente. Pisos, juguetes, comederos, bebederos y ropa, deben estar completamente limpios, principalmente si se planea la adquisición de otro animal de compañía.

 

Referencias

https://www.petmd.com/dog/slideshows/5-signs-canine-distemper-dogs

https://www.petmd.com/dog/conditions/respiratory/c_dg_canine_distemper

http://www.akc.org/content/health/articles/distemper-in-dogs/

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4113784/

 

Obesidad en Perros

Obesidad en Perros

Obesidad en Perros

Obesidad en Perros

Al igual que en las personas, la obesidad es un problema serio que debe tratarse con prontitud en nuestros perros, pues, entre más tiempo se deje pasar, más serán propensos a desarrollar enfermedades incapacitantes o mortales. La obesidad canina es una acumulación excesiva de grasa corporal que impide un buen funcionamiento del organismo y origina una debilidad progresiva en huesos y músculos.

Víctimas de la Epidemia

La obesidad tanto en perros pequeños chicos como grandes, reduce la calidad y expectativa de vida del animal. En Norteamérica es la enfermedad más prevenible y al mismo tiempo la más común, pues aproximadamente el 25% de perros de esa región tienen sobrepeso y obesidad.

En los últimos años el número de perros de compañía principalmente, han sido los más afectados. Los compañeros tamaño “petit” o pequeños, suelen sufrir el “Síndrome del perro pequeño”, que es cuando los propietarios de estas mascotas no dedican tiempo a su entrenamiento y ejercicio. Un perro consentido no solo tendrá problemas de comportamiento, sino que será muy vulnerable a enfermedades degenerativas por la falta de ejercicio constante. El exceso del tiempo que pasan en brazos, dormidos o acostados en los sillones o camas, mas una dieta “humanizada” a base de restos o alimentos que están fabricados para personas, es una mala combinación que tendrá consecuencias a corto o mediano plazo.

Riesgos de la obesidad canina

Algunas investigaciones publicadas por VCA Animal Hospitals, han puesto en duda cuestiones relacionadas con la grasa corporal. Anteriormente se creía que la grasa almacenaba exceso de calorías y esto aumentaba el volumen corporal, pero ahora, se ha descubierto que el tejido graso es biológicamente activo y secreta hormonas inflamatorias creando estrés oxidativo en los diferentes tejidos. Es decir, es más grave de lo que se pensaba.

Con esto, sin duda, el perro tiene mayor riesgo de desarrollar:

  • enfermedades del corazón e hipertensión.
  • osteoartritis y degeneración de articulaciones.
  • diabetes mellitus.
  • cálculos en la vejiga urinaria.
  • varios tipos de cáncer

Claro que no todo tiene que ver con una mala alimentación o falta de ejercicio. Un mínimo porcentaje de perros con sobrepeso u obesidad sufre hipotiroidismo o enfermedad de Cushing, problemas que impiden al can perder peso aunque tenga actividad física. Esto puede atenderse con un tratamiento especializado guiado por el médico veterinario.

¿Cómo saber si mi perro tiene obesidad?

Para empezar, es importante que conozcamos las características de la raza de nuestro perro, ya que algunos son robustos por naturaleza, pero hay que tener cuidado con no sobrepasar los límites. También los perros con mucho pelaje pueden ocultar el problema, por lo que se recomienda revisarlos con cierta constancia.

Peso Ideal

Para una revisión básica hecha en casa, basta con observar y medir la cobertura de costillas. Un perro con peso ideal, tendrá sus costillas palpables bajo una pequeña capa de grasa normal. El abdomen estará recogido y su cintura estará definida y posicionada detrás de las costillas, vista desde arriba.

Sobrepeso

En un perro con sobrepeso las costillas no son tan palpables y la cintura vista desde arriba no es tan prominente. Además, el pliegue abdominal es visible pero no tan definido como en un perro con peso normal.

Obesidad

Ahora, en un perro con obesidad las costillas no son palpables, a menos que se ejerza presión. Los depósitos de grasa se hacen presentes en la zona lumbar y en la base de la cola. No existe definición alguna de cintura ni visibilidad del pliegue abdominal. En casos graves el can exhibe distinción abdominal y grasa sobre el tórax, columna, cuello y extremidades.

¿Cómo ayudar a mi Perro?

Una vez que se ha identificado sobrepeso u obesidad en el cánido, es importante acudir con el veterinario para que ajuste su alimentación con una dieta, porciones y frecuencias específicas. Es probable que le recomiende productos nutricionales para reforzar los resultados sin ocasionarle un desbalance, pues la solución no es disminuirle la comida de manera abrupta. Asimismo, el veterinario especificará cuántas horas de ejercicio le serán saludables al día o a la semana, dependiendo del grado de sobrepeso.
Si su perro no está en esas condiciones aún, pero ha percibido que no va por un buen camino debido a los malos hábitos, comience por alimentarlo adecuadamente y ejercitarlo todos los días. Si es un perro pequeño, con 35-45 minutos de caminata combinada con carreras cortas bastará y algunos saltos leves serán de ayuda. Si es un perro mediano o grande y además con mucha energía, el tiempo puede ser mayor; o bien, se pueden agregar obstáculos o ejercicios un poco más intensos que fortalezcan mandíbula, sistema óseo y musculatura general. Todo ello dependerá de la raza de su perro y sus necesidades.