Al igual que los humanos, cada perro es distinto y tiene sus propios temores y debilidades. Uno de sus miedos más comunes es hacia los ruidos fuertes o estruendosos, tales como los que producen las tormentas eléctricas y la pirotecnia.
No es algo nuevo o de “perros millennial” como se ha expresado en las redes sociales. No es que los perros “de antes” tuvieran más resistencia para soportar tales manifestaciones a comparación de los perros “de hoy”; simplemente fueron individuos entrenados y utilizados para la guerra que a largo plazo desarrollaron trastornos a consecuencia.
El temor a los ruidos muy fuertes, repentinos o impredecibles es una reacción completamente normal proveniente del instinto natural de protección ante el peligro o a lo desconocido. Todos los animales salvajes reaccionan ante estos eventos naturales y buscan resguardo.
Con relación a los animales de las ciudades, las tormentas sí pueden ser peligrosas para aquellos que estén libres por la calle, especialmente por los impactos de rayo, las inundaciones o por los vientos que convierten los objetos en proyectiles, pero los perros que se mantienen dentro de casa no pueden analizar todo este contexto. Es decir, ellos no precisamente comprenden que están protegidos y no les pasará nada.
Los perros sensibles pueden actuar de diferente manera. Algunos van a esconderse bajo la cama u otro inmueble que brinde protección; incluso, en los brazos o piernas de su compañero humano. Otros se vuelven inquietos y comienzan a ladrar a la deriva; algunos solo miran hacia la ventana con las orejas hacia atrás y expresión de asombro; otros más, meten la cola entre las patas y jadean, pero en otros casos, las acciones son un poco más preocupantes al grado de que su vida se pone en riesgo. Manifiestan temblores, intentan saltar barreras peligrosas, emprenden huidas desenfrenadas donde no miden peligros o escarban con desesperación, por nombrar algunos ejemplos.
Esto no significa que todos los perros tengan miedo a tal tipo de eventualidades. Algunos no manifiestan reacciones alarmantes, aunque sí pueden permanecer más inactivos o tranquilos que de costumbre.
¿Qué les sucede en realidad?
Estas son algunas de las razones por las que los perros presentan temor ante los estruendos producidos por la naturaleza o por las festividades culturales.
1. Detectan cambios en la presión barométrica.
Los perros tienen la capacidad de detectar cambios en la presión barométrica, siento en este caso, una caída considerable en los niveles. A eso, se le suma todo un panorama que para nosotros es común: oscurecimiento del entorno, viento, caída de la lluvia, luces de relámpagos y truenos que para ellos llegan sin avisar.
2. Escuchan sonidos muy fuertes y constantes.
Tanto relámpagos, como pirotecnia y petardos más cercanos utilizados por vecinos o familiares, representan sonidos impredecibles, constantes y muy fuertes, sin olvidar que esto también viene acompañado de voces humanas y ruidos propios de una celebración colectiva.
Mientras nosotros logramos escuchar 23,000 Hz en promedio, los canes lo hacen a 45,000 Hz.
Cabe recordar que los perros pueden escuchar una gama más amplia de sonidos, comparado con el ser humano. Con relación a bajas frecuencias, el humano puede escuchar sonidos por debajo de los 20 Hertz (Hz), mientras que los perros alrededor de 40 Hertz. No obstante, es en las altas frecuencias donde se observa una gran diferencia. Mientras nosotros logramos escuchar 23,000 Hz en promedio, los canes lo hacen a 45,000 Hz.
El médico veterinario Ricardo Corrales del Centro Veterinario Integral Personalizado de Costa Rica, señala que “Un perro puede oír un petardo tres veces más alto que una persona estando ambos a la misma distancia de donde se emitió el sonido”.
Pirotecnia por celebraciones culturales.
3. Almacenan electricidad estática.
El pelaje de los perros, especialmente el largo o abundante, almacena electricidad estática durante una tormenta. Esto podría generar una leve descarga cuando el perro toque algún objeto metálico con la nariz, lo que va generando un tipo de fobia. Cuando el perro relaciona el entorno de tormenta con las reacciones de descargas en el cuerpo, inicia el temor.
4. Suponen un peligro.
Como mencionamos al inicio, el instinto de supervivencia indica que cualquier manifestación extraña puede suponer un peligro. Esto activa los mecanismos de alerta de los perros provocando que actúen con temor a lo desconocido. Las tormentas y la pirotecnia no son parte de una cotidianidad; por lo tanto, los perros no logran “acostumbrarse” a tales sonidos, además de que son muy desagradables para ellos.
Cuando un animal siente peligro, sea salvaje o doméstico, tiende a huir para sentirse a salvo. En el caso de los perros domésticos no hay posibilidad para hacerlo. Estar en un hogar con puertas y paredes bloquea la libre reacción del animal para hallar su tranquilidad, por lo que su estrés aumenta.
La ansiedad y el estrés en los perros no son para ignorar. Es decir, aunque la mayoría de las festividades tienen duración de un solo día, en algunas culturas existen celebraciones que se extienden varios días o semanas, y una de ellas es la Navidad. Durante las temporadas decembrinas, en algunas ciudades los petardos son estallados todo un mes. El estrés acumulado en el organismo de un perro podría comprometer la salud de su sistema inmune, volviéndolo vulnerable a problemas gastrointestinales y desórdenes en la piel, así como cambios desfavorables de comportamiento.
Calma a tu perro.
¿Cómo calmar a nuestros perros?
Afortunadamente existe más de una solución para que nuestros perros regresen a la calma.
Mantenlo dentro de casa.
Aunque el perro cuente con su casita en el patio y pase la mayor parte del tiempo al aire libre, es importante resguardarlo dentro de un lugar más cerrado durante los estruendos, ya sean naturales o provocados.
Si la casa no cuenta con buenas bardas o rejas, el perro podría escapar poniendo en riesgo su vida, así que adentro estará mucho más seguro.
“Anxiety Prevention, Music for Dogs” ha demostrado relajar a los perros ante sonidos fuertes.
Mantenlo entretenido.
Jugar con el perro liberará su tensión, al mismo tiempo que mantendrá la atención en una segunda cosa. Seguirá escuchando los sonidos, pero no los atenderá de la misma manera si se mantiene entretenido. Lanza su juguete favorito, juega a persecuciones o simplemente colócate al nivel del suelo para crear una conexión más cercana.
Si no quiere jugar, no es necesario forzarlo. Recuéstalo de lado y acaricia su pelaje, pero es importante no mostrar preocupación o temor porque ellos detectan nuestra energía.
Los perros y su temor a los sonidos fuertes.
Crea un ambiente agradable.
Hay mucha música para perros disponible en diversas plataformas. Si no puedes jugar con el cánido o lo vas a dejar solo en casa mientras alrededor habrá pirotecnia o se aproxima una tormenta, puedes buscar “Anxiety Prevention, Music for Dogs” y dejarlo en compañía de música y sus juguetes favoritos. No olvides añadir alguna prenda personal para que sienta más tranquilidad con el aroma.
¡Pero ojo! verifica que el dispositivo que vas a dejar encendido sea de pilas o batería solar para no ocasionar ningún accidente. No queremos que muerda cables o se suscite un corto circuito por fallas en la energía eléctrica, tan comunes durante las tormentas.
Este es un método creado por la canadiense Linda Tellington-Jones, especialista en comportamiento animal. Aunque su invento tiene gran aceptación, también se ha generado polémica entre la comunidad veterinaria.
Los médicos veterinarios afirman que en ninguna parte de sus estudios, ni durante el colegio ni durante su formación en el campo laboral, se habló del vendaje Tellington como una medida viable para calmar el estrés y la tensión de los perros. Es decir, no existe un estudio científico que avale y respalde esta técnica. Sin embargo, parte del público que ha acudido a este recurso, afirma que funciona y que los perros sí presentan un cierto grado de tranquilidad durante los eventos ruidosos.
Puedes hablar con tu médico veterinario de confianza para hablar sobre el método Tellington y ver la posibilidad si resulta positivo para tu mascota. Recuerda la importancia de no apretarlos demasiado.
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Viajar con un perro puede ser tan divertido o tan caótico como viajar con niños, con amigos o con la pareja. Simplemente hay que hacer una buena planeación.
Probablemente se presenten situaciones inesperadas que modifiquen en cierto grado la organización, pero esto forma parte de la experiencia de viajar. Al fin y al cabo, todo lo acontecido quedará como un emotivo o gracioso recuerdo.
Cada vez más personas deciden viajar con sus perros. Alejarse de la rutina trabajo-casa y planear vacaciones al estilo pet friendly, se ha vuelto una opción divertida y enriquecedora para ambas partes.
Realiza un viaje con tu perro.
No obstante, viajar con mascotas incluye una serie de requisitos que hay que considerar; pues al tratarse de una vida no humana, el manejo y el cuidado que deben recibir es distinto. Además, es importante respetar al resto de los pasajeros que irán hacia el mismo destino. Algunos pueden padecer alergias o simplemente hay a quienes les parece que los aromas y sonidos naturales de los animales son poco agradables e inaceptables.
Veamos las siguientes recomendaciones para las diversas formas de viaje.
Tips para viajar con tu perros (Video)
Recomendaciones generales.
No importa el medio de transporte que se elija, el perro debe contar estrictamente con reciente certificado de salud, vacunación y desparasitación.
No alimentes a tu perro de 4 a 6 horas antes del viaje para evitar los vómitos.
Asegura que ha orinado y descargado sus desechos sólidos antes del viaje.
Perros de edad muy avanzada, enfermos, lastimados o perritas preñadas, deben permanecer en casa bajo el cuidado de otra persona. No se recomienda exponerlos a viajes que muy probablemente no van a disfrutar.
Para no tener sorpresas, averigua con anticipación los requisitos que la aerolínea o compañía de autobuses solicita a los pasajeros que viajan con mascotas.
Viaja en auto con tu mascota.
De igual manera, averigua sitios pet friendly para alojamiento. Menciona el tamaño del perro y lo más característico de su comportamiento para saber si no habrá problema con otros huéspedes. Ten en cuenta un espacio para sus necesidades fisiológicas y para su descanso sin correa.
Ten siempre buena energía. Los perros suelen percibir el estado de ánimo de sus acompañantes humanos, así que si estás nervioso, triste o alterado, el perro también lo estará.
Viajar con tu perro en auto.
Es la forma de viajar más recomendada, pues el propietario tiene el control del tiempo y de las situaciones. Además de que el perro estará cómodo y familiarizado con los olores y la presencia de personas que tiene a su alrededor. Lleva juguetes y snacks caninos para hacer más ameno el viaje.
Hay perros, especialmente los cachorros y los que vivieron en la calle, que no están acostumbrados al movimiento del coche. Semanas antes del viaje, asegúrate de que sientan confianza con breves paseos frecuentes, intercalados con trayectos un poco más largos. Así podrás conocer las reacciones de tu perro y tomar a tiempo medidas de corrección y adiestramiento.
Por ningún motivo permitas que el perro viaje sobre las piernas o en el asiento del copiloto.
Si vas solo y en el transcurso del viaje deseas ir al baño o comprar alimento, no dejes a tu perro dentro del auto en días calurosos, ni 5 minutos, ni con las ventanas semiabiertas. Puedes acudir a algún empleado de gasolinera o tienda para que lo cuide un momento, o bien, amarrarlo momentáneamente. Si no confías en los demás, adquiere una correa antirrobo y viaja con mayor tranquilidad.
Cabe mencionar que hay mascotas nerviosas o agresivas ante desconocidos. Si este es el caso y el perro quedará amarrado al exterior en lo que se resuelven algunas necesidades personales, es necesaria la colocación de un bozal para evitar accidentes, principalmente hacia niños que se acercan sin la debida precaución. Un perro con bozal intimida y es casi seguro que nadie se acercará.
Como último consejo para viajes en auto, por ningún motivo permitas que el cánido viaje sobre las piernas o en el asiento del copiloto. Cualquier distracción, movimiento inesperado o comportamiento de inquietud, podría ocasionar un accidente. Si es necesario, amarra la correa a un asa para determinar límites pero permitiendo su movilidad, o bien, coloca un objeto entre tu asiento y el del copiloto para que no pueda cruzar.
Viajar con tu perro en autobús.
Las compañías de autobuses aceptan animales que vayan dentro de jaulas cómodas y seguras.
No es muy agradable para personas con gran conexión con sus mascotas, pues estas no pueden ir a bordo sino dentro de las cajuelas inferiores. Algunas empresas solo permiten el abordaje de perros lazarillos que son parte del soporte de las personas invidentes.
Las compañías de autobuses exigen que el perro vaya sedado.
El movimiento y ruido de las cajuelas de los autobuses es muy incómodo para el animal, que probablemente ocasionará que se sienta ansioso y asustado todo el camino. Por esta razón, las compañías de autobuses exigen que el perro vaya sedado. Esto lo debe realizar un médico veterinario muy poco antes del viaje.
Si el autobús realiza escalas, invierte unos minutos en asegurar que el perro se encuentra estable y su sedante continúa haciendo efecto.
Viajar con tu perro en avión.
Viajar en avión con un perro es un poco más complicado pero no imposible. Sin embargo, es indispensable contar con la información necesaria para el bienestar de las mascotas.
Los perros son admitidos siempre y cuando vayan dentro de jaulas que les permita levantarse, acostarse y estirarse. Las jaulas transportadoras irán acomodadas y aseguradas en la bodega del avión.
Las mascotas de aviones no deben ser sedadas; podría ser mortal.
A diferencia de un viaje en autobús, las mascotas de aviones no deben ser sedadas, pues los tranquilizantes en combinación con la altitud, pueden ocasionar complicaciones respiratorias y la imposibilidad de que regulen su temperatura corporal, lo que podría ser mortal. El peligro aumenta aún más en perros braquicéfalos como el pug, bull dog o pequinés, y por tal motivo, muchas aerolíneas no los aceptan.
Salvo algunos casos de personas que requieren a sus perros como soporte emocional durante el viaje, se permite que viajen con ellos en sus asientos pero dentro de maletines especiales. Para ello, se debe mostrar algún documento expedido por un médico o psiquiatra y firmar una serie de compromisos con relación al comportamiento del animal durante el vuelo.
Jaula transportadora para viajes.
Para aquellos perros que irán dentro de las bodegas, se recomienda resguardarlos en transportadoras de buena calidad y que antes de ser llevados, la puerta sea sellada con cinta adhesiva en posición transversal. Coloca su juguete favorito y/o una prenda tuya que le brinde tranquilidad. ¡Ellos quieren sentirse cerca de nosotros!
No olvides comprar el boleto de avión con bastante anticipación, pues son escasos los lugares asignados a las mascotas en cada vuelo y en temporadas altas son altamente solicitados.
¡Importante!
Ciertas aerolíneas como American Airlines no permiten mascotas en viajes trasatlánticos, es decir, que demoren más de 12 horas; esto, por cuestiones de seguridad del animal. El estrés y el encierro por tanto tiempo, no son condiciones deseables para ningún perro.
De igual forma, si es un país que nunca has visitado, infórmate sobre los requisitos que solicitan ante el ingreso de animales domésticos. Cada país tiene sus propias restricciones y hay que respetarlas.
Aerolíneas internacionales que admiten perros
Volaris, Aeroméxico, Interjet, Iberia, Vueling Airlines, Air Europa, Swiss Airlines, Air France, United Airlines, Alitalia y Delta Air Lines, por mencionar algunas.
Dato adicional.
No solo perros puedes llevar a tus viajes. Investiga sobre las compañías aéreas que permiten el traslado de gatos, conejos, tortugas, aves, peces y hasta roedores.
¡Ya no hay excusa para abandonar a nuestras mascotas!
Si viajas con tu perro, verifica que su raza sea admitida en el país que visitas:
La problemática de perros viviendo en las calles puede explicarse en cifras. Estudios oficiales de 2018 revelan que México es el país de América Latina con mayor número de perros en situación de calle, con el 70 % de su población total en estas circunstancias. Y a nivel global el panorama no es más alentador. La Sociedad Mundial para la Protección de los Animales, estima que el 75 % de los 500 millones de perros que existen en el mundo aproximadamente, no tiene hogar.
Un perro de la calle sobrevive al día con los restos de alimentos hallados en su trayecto; bebe agua acumulada en charcos y resiste condiciones climáticas poco favorables como lluvias, frío y/o calor extremo. Aunado a ello, el rechazo o maltrato de la sociedad y los peligros que enfrenta como parte de la urbanización, son aspectos con los que debe lidiar frecuentemente.
Perros en situación de calles.
Algunos perros tuvieron hogar. Otros no. Algunos fueron abandonados bajo las más crueles intenciones, mientras otros se extraviaron y nunca más fueron encontrados por más que sus propietarios invirtieron tiempo y esfuerzo durante semanas, meses o años.
8 de cada 10 cachorros de camadas callejeras, mueren antes de cumplir su primer año de vida. Excelsior 2018.
Principales razones de abandono.
Existen varias razones intencionadas por las que un perro deja de ser considerado parte de un núcleo familiar.
Factores económicos.
Los gastos de un perro no son los mismos que genera un ser humano, pero sí representan un cierto porcentaje en el presupuesto familiar, dependiendo también de varios aspectos como el tamaño del animal o sus niveles de cuidado y condiciones de salud.
Un perro requiere alimento, objetos de higiene y paseos, juguetes para su entretenimiento, utensilios de comida y agua, vacunas, revisión médica y todo lo que esto conlleva en caso de detección de algún mal: tratamientos, análisis, operaciones, etc. Cuando la situación de la familia es limitada y actúan bajo el pensamiento de que el perro es parte de un problema, optan por abandonarlo a su suerte.
Abandono de animales
Camadas indeseadas.
El tema de la esterilización no convence a todas las partes de la sociedad. No obstante, las camadas indeseadas son parte de la lista de razones de abandono. Cuando una familia no puede mantener a todas las crías, estas son vendidas o regaladas sin ningún tipo de filtro o restricción que asegure que el animal estará en buenas manos.
Comportamiento del perro o dificultades en torno a él.
Los perros domésticos también pueden mostrar trastornos derivados de maltratos físicos y/o condiciones inadecuadas de vida que se manifiestan a través comportamientos que amenazan la integridad de las personas. Esto puede observarse cuando el perro muestra agresividad extrema e impredecible, comportamientos inadecuados o extrema timidez. La solución requiere tratamiento con profesionales, pero representa un costo generalmente no planeado.
Por otra parte, las infestaciones de hogares por pulgas y garrapatas, el tamaño del cánido en su adultez o su elevada energía liberada en la destrucción de objetos, es otro motivo de abandono.
Mudanza y/o Nacimiento de hijos
Un elevado índice de abandono de perros se debe al cambio de residencia de sus propietarios. La principal excusa es la imposibilidad para transportarlos o la falta de espacio en la nueva residencia.
El nacimiento de un bebé es otro factor que ocupa un considerable porcentaje del presupuesto familiar, algo que deja a la mascota en el último lugar de prioridades.
Falta de interés.
Un cachorro de perro es un atractivo difícil de ignorar. No obstante, la adultez se convierte en una etapa poco deseable que determina su valor dentro de la familia, ya que para muchas personas, “se pierde su encanto”.
Este comportamiento humano es proveniente de una falta de información sobre las necesidades básicas que un perro requiere a lo largo de su vida, ya que tarde o temprano sus demandas se convierten en incomodidades.
40 % de perros y gatos abandonados habían sido un regalo. Fundación Affinity.
Muchos compran por estética en vez de obtener información sobre las características de la raza que están a punto de llevar a casa o de regalar. Cada raza de perro mantiene ciertos comportamientos característicos o problemas de salud más frecuentes que el propietario debe considerar antes de poner en vulnerabilidad el destino del animal.
Una cuestión de salud pública.
La venta de perros sin esterilización y la cruza entre ciertas razas en lugares clandestinos, son factores que contribuyen al abandono, maltrato y deficiencias de salud de los perros, lo que forma parte de un problema de salud pública.
La gran mayoría de los animales que son vendidos en las calles no cuentan con sus primeras vacunas y desparasitaciones, pero engañan a los compradores haciéndoles creer que sí. Ante ello, la realidad es que las familias llevan a casa parásitos y bacterias que a corto o mediano plazo amenazan la salud del perro y de los integrantes humanos.
El 27 de Julio fue asignado como Día Internacional del Perro Callejero.
En las calles no es tan diferente. La creciente población de perros sin hogar aumenta el riesgo de proliferación e invasión de pulgas y garrapatas a los hogares, el contagio hacia perros sanos a través de contactos físicos y excreciones, así como enfermedades transmitidas de perros a humanos, como la rabia.
Las hembras tienen dos camadas al año y el número de crías por camada puede ser de 1 a 7 sobrevivientes en promedio. Considerando que cada cría sobreviviente puede tener 14 descendientes en un año y que este número se va duplicando o triplicando, la situación se vuelve incontrolable ante una falta de interés público y gubernamental.
Estadísticas de perros callejeros.
La esterilización es una solución poco costosa que puede revertir en poco tiempo el problema de crecimiento poblacional de perros de la calle. Se trata de un compromiso social.
Existen asociaciones sin fines de lucro que cuentan con el apoyo y respaldo de médicos veterinarios para organizar campañas de esterilización para perros y gatos a muy bajo costo. El principal obstáculo es la apatía de la población por llevar a sus mascotas a realizar esta sencilla operación donde los cuidados postquirúrgicos son muy sencillos.
El costo promedio de esterilización va de los $500 a los $950 pesos mexicanos, dependiendo del peso del animal (entre mayor peso mayor costo). El precio asignado a las hembras suele ser más elevado que el de los machos, ya que representa más labor operatoria.
Al quinto o sexto día después de la operación, el perro o perra ya está en perfectas condiciones para regresar a su vida normal.
Es importante mencionar que antes de llevar a esterilizar a una mascota, el veterinario debe valorar las condiciones del animal. Así como dar un par de instrucciones para que la operación sea exitosa.
Adopta, no compres animales.
Cada uno puede promover a la esterilización mediante las siguientes acciones:
– Comparte en tus redes sociales información en torno a campañas próximas de esterilización.
– Si realizaste tal acción, comparte fotografías o experiencias positivas en torno a los resultados obtenidos.
– Resuelve las dudas que tus contactos puedan manifestar. Promover información verdadera es una excelente aportación a la sociedad.
La esterilización de mascotas previene el desarrollo de enfermedades y padecimientos como infecciones uterinas y crecimiento de tumores cancerígenos. Hacerlo antes del primer celo reduce ampliamente las probabilidades. Además de ello, disminuye la ansiedad y territorialidad de los perros, lo que puede alargar su vida.
El clima no es el mismo de años atrás y nuestros perros también sufren las consecuencias. En las últimas semanas, muchas ciudades han registrado temperaturas de más de 40 grados Celsius, con sensaciones térmicas de poco más de 50.
Los altos índices de radiación solar son un peligro para todos los seres vivos, especialmente para humanos y animales, que de estar expuestos a ello con regularidad, aumenta el riesgo de sufrir deshidratación, quemaduras, desarrollo de melanomas, golpes de calor, etc.
Si bien, los perros tienen gran capacidad de adaptación a la temperatura de su entorno, es un hecho que ante un calor reflejante abrumador, falta de sombra y aire caliente, su estado de salud se verá afectado.
Si notas que tu perro respira rápidamente, jadea sin parar o sus heces lucen menos firmes de lo normal, probablemente esté a punto de recibir un golpe de calor. Casi siempre los síntomas aparecen cuando el perro rebasa los 42 ºC. Actúa a tiempo y no permitas que continúe en ese estado.
De no regular la temperatura del cánido, podrían aparecer los síntomas del golpe de calor como falta de coordinación, convulsiones, diarreas, vómitos y pérdida de conciencia. Esto es de urgencia médica.
Para mantener saludables a nuestros perros, sigue las siguientes recomendaciones.
– Por ningún motivo deben permanecer sin agua fresca (no fría). Supervisa que el traste esté libre de hongos/moho.
– La cantidad de agua debe ser suficiente y hay que cambiarla con regularidad.
– Mantén su agua y comida en la sombra. Asegúrate que a ninguna hora queden expuestos a la luz solar.
– Puedes mojar un poco el piso o la tierra de los patios para que hallen lugares frescos donde puedan estar.
– Si no cuentas con patios techados, mantenlos dentro de casa. Procura retirar todo elemento peligroso que puedan morder o tirar.
– Una vez dentro de casa, abre ventanas.
– Si los perros se quedan solos en casa y temes que llueva, abre un poco una ventana y retira lo que pueda mojarse o cúbrelo con alguna lona.
– Evita que jueguen corriendo o saltando entre las 12 y las 5 pm.
-Al sacarlos a pasear, llevar siempre agua fresca en alguna botella. El perro no debe esperar hasta llegar a casa para beber líquido.
-Las albercas pueden ser una buena opción para que se refresquen, pero no todos los días.
– No los mantengas en aire acondicionado muchas horas. Pueden desarrollar problemas de salud al no estar adaptados a ese tipo de ambientes artificiales.
– Tampoco es necesario bañarlos continuamente, solo en casos donde luzcan débiles por el calor. El agua a 20 grados Celsius es suficiente para refrescar su cuerpo. Aplicar hielo en ingles y axilas por unos minutos, puede ayudar también.
Nunca los dejes dentro del auto.
-No los dejes dentro del vehículo, aún con las ventanas un poco abiertas o por unos minutos. Mucho menos si el automóvil está recibiendo los rayos del sol. Es mejor bajarlos y amarrarlos a un árbol o poste.
-En viajes largos, permite que el perro baje del vehículo para refrescarse con el aire natural y beba agua.
– Protégelos de las pulgas y garrapatas lavando patios con líquidos especiales (consulta con el veterinario) una vez por semana. De igual forma, utiliza champús repelentes. La aparición de este tipo de parásitos es más común en climas muy calurosos.
-Mantén a tu perro en buena condición física. Los perros obesos son más propensos a sufrir golpes de calor. De igual forma, perros braquicéfalos como el pug, sufren regularmente de enfermedades respiratorias y de problemas para regular su temperatura corporal. Con ellos hay que tener mayor supervisión y cuidado.
-En caso de que tu perro haya superado un golpe de calor, asegura que ninguno de sus órganos haya quedado dañado.
*Imagen principal de Alfredo & Sara Aguirre bajo la licencia Creative Commons Genérica de Atribución/Compartir-Igual 2.0.*
El perro Xoloitzcuintle es un cánido de origen mexicano que está catalogado como perro primitivo por la Federación Cinológica Internacional.
Se le denomina ‘Xolo’ dentro del lenguaje coloquial en México y además de su variedad de con pelo o sin pelo, tiene variedades en tamaños, pudiendo ser estándar (perro de guardia), intermedia (perro de guardia) y miniatura (perro de compañía).
Origen del Xoloitzcuintle.
El origen del Xoloitzcuintle sin pelo tiene un pasado histórico que se remonta a 3,500 años atrás. Los antiguos mayas y aztecas lo consideraban una guía importante para el inframundo. Su nombre proviene de las palabras Xolotl, dios de los rayos y la muerte e Itzcuintli o perro. Por ello, su labor era proteger a los vivos y guiar las almas de los muertos al inframundo. Su presencia está plasmada en vasijas de cerámica de aquellas épocas, así como en dibujos.
Su piel también era aprovechada, pues debido ala falta de pelaje, son excelentes conductores de calor, lo que beneficiaba a enfermos y ancianos. Además de que el perro era una agradable compañía, también se requería para ser consumido. Fue tanta su popularidad como alimento ‘manjar’, que para 1956, año que fue reconocido como raza mexicana, estaba casi extinto. Esta práctica gastronómica fue desapareciendo con el paso de los años.
El gen que produce la falta de pelo domina, pero algunos nacen con pelaje. Los ejemplares cubiertos de pelo representan la forma original del perro. Los que carecen de este son parte de una mutación espontánea originada muchos años atrás.
Para conservar la pureza de la raza, son cruzados dos ejemplares sin pelo. También puede cruzarse uno sin y otro con, siempre y cuando este último tenga un excelente pelaje puro. La cruza entre Xoloitzcuintles con pelo no es una práctica muy aceptada. La variedad con pelo era conocida por los indígenas como itzcuintle.
Actualmente no es muy común observar a un ejemplar y solo algunas familias los mantienen como perros guardianes o de compañía. Es considerado un tesoro nacional de México.
Descripción del Xoloitzcuintle.
El ‘Xolo’ no es para gustos comunes. Aunque existen dos variedades, la de ’sin pelo’ es la que mantiene la atención de todo aquel que lo mire. Una piel lisa, brillante y grisácea no es algo que miremos todos los días en un perro.
Posee un cráneo ancho, fuerte y en forma de cuña. Su depresión naso-frontal es ligera y bien definida. El hocico es recto con mandíbulas en forma cuadrada. La lengua es color rosa pero puede mostrar algunas manchas negras, ya sea lunares o rayas.
Los dientes del ‘xolo’ cierran en forma de tijera o de pinza. La variedad sin pelo puede tener ausencia de piezas dentales, como incisivos, caninos, premolares o molares, así como algunos dientes rotados. Los que tiene pelo, por lo general tienen una dentadura completa de 42 piezas.
Los ojos son medianos de forma almendrada, siempre brillantes y en alerta. El color de estos varía de acuerdo al color de la piel, pudiendo ser negros, pardos, castaños o un poco más claros como ámbar o amarillo.
El muralista Diego Rivera posando junto a un ejemplar xoloitzcuintle./ Este material está en dominio público.
Las orejas son largas y sumamente expresivas, pues permanecen erectas en estado de alerta, bajas en relajación o hacia atrás ante diversas situaciones.
El cuello es alto, largo, de grosor medio y poco arqueado sin papada. El dorso es corto y el lomo musculoso. El pecho visto de perfil es largo y muy profundo, con costillas bien arqueadas. El vientre por su parte, está estéticamente marcado y el abdomen se debe mantener recogido.
Sus extremidades son esbeltas pero no por ello débiles. Son alargadas, fuertes, firmes y musculosas. Los pies son conocidos como pie de liebre y se destacan por dedos arqueados y pueden contener algunos pelos en ambas variedades, aunque en la ‘con pelo’, es un poco más abundante. Las almohadillas del Xoloitzcuintle son muy resistentes a varios tipos de terrenos.
La cola es alargada y fina. Puede estar cubierta o no de pelo, de acuerdo al tipo de ejemplar. Tiene inserción alta cuando el animal se mantiene en movimiento, y en reposo la lleva colgada.
El ‘xolo’ sin pelo tiene una piel lisa, delgada y sensible al tacto. Casi siempre se mantiene caliente debido a un contacto más directo con los rayos solares. No obstante, puede regular con éxito su temperatura corporal. No es completamente calvo. Puede exhibir unos cuántos pelos en ciertas áreas como por ejemplo, frente y nuca.
Los que tienen pelo, tienen una textura suave en todo el cuerpo. Este es corto, plano, liso y sin segunda capa. Realmente luce como un perro muy diferente.
La altura a la cruz de la variedad estándar es entre 46 y 60 cm. Para la intermedia es entre 36 y 45 cm, y para la miniatura es entre 25 y 35 cm.
Personalidad del Xoloitzcuintle.
Es un perro discreto, silencioso, tranquilo y curioso. Quizá no es muy atractivo para quienes tienen estándares de belleza muy definidos, pero es un animal doméstico que siempre se mantendrá alerta y muy atento a situaciones no cotidianas que pudieran representar un peligro. Aunque no es agresivo, no muestra mucha amabilidad con extraños. La versión mini podría ser más ruidosa e inquieta, pero suele ‘tranquilizarse’ después de los 2 años de edad.
Aunque es una excelente compañía, su curiosidad y deseo de exploración puede llevarlo a escapar escalando y saltando cercas no muy complicadas. Se sugiere mantenerlo en lugares seguros o entrenarlo para que no se aleje y tenga conocimiento al cruzar calles.
Cuidados del Xoloitzcuintle.
La raza es propensa al sobrepeso; por ello es indispensable informarse con el veterinario sobre el tipo de alimento que debe proporcionarse, así como las cantidades adecuadas. Puede ser producto comercial de buena calidad o alimento preparado en casa, pero siempre bajo la autorización de un profesional.
Supervise interior de orejas, dentadura y uñas. Los ejemplares con pelaje requieren cepillado ocasional y los ‘sin pelo’ solo podrían recibir un mínimo mantenimiento en las zonas donde poseen. Algunas veces, los jóvenes sufren acné y requerirán un cuidado especial, pero esto no afecta su calidad de vida. Similar a esto, los ‘xolos’ sin pelo deben llevar protector solar canino para exposiciones prolongadas. Consulte al médico veterinario.
En cuanto al ejercicio, disfruta las largas caminatas y juegos al aire libre para liberar el estrés. Los jóvenes son más enérgicos que los adultos. Recuerde otorgar entrenamiento adecuado para que tenga un correcto comportamiento hacia los demás.
Problemas de salud más comunes.
Son perros muy sanos, pero algunos de los problemas de salud más comunes son la displasia de cadera, los trastornos oculares y la luxación patelar, es decir, cuando la rótula se sale de lugar.
La piel podría presentar daños si no se protege del sol adecuadamente o si no se seca correctamente después del baño. Los baños no deben ser muy frecuentes, pues el perro necesita de sus aceites naturales para protegerse. Los perfumes podrían causar irritación.
La dentadura debe ser revisada con regularidad para descartar inflamaciones o acumulaciones de sarro. Un cepillo adecuado y una crema dental diseñada para perros, ayudará a mantener la salud bucal.
Aspectos generales.
El ‘xolo’ es un perro tropical no adecuado para climas templados o fríos. Prefiere mantenerse dentro de casa y en lugares cómodos y cálidos, sin ser demasiado calurosos.
Si usted padece alergias o quiere evitar la tarea de recoger pelo por toda la casa pero desea tener un perro, el Xoloitzcuintle sin pelo es una excelente opción.