
Comida para Perros
Comida para Perros
Comida para Perros
La mayoría de los productos alimenticios para perros que se comercializan en los supermercados, no poseen las cantidades de nutrientes que se requieren para conservar la buena salud del animal. Una buena dieta debe fortalecer huesos y músculos para otorgar una óptima masa corporal y evitar fracturas o luxaciones, así como para reforzar dientes y mandíbula. Además de otros resultados como un pelo saludable y signos vitales en perfecta función.
Mucha gente acostumbra alimentar a sus perros con comida que esta misma consume o con residuos de sus platos, pero la mayoría de los ingredientes que la componen pueden ser peligrosos para su salud por su alto contenido calórico, por sus sales concentradas, irritantes, condimentos o texturas y formas no apropiadas para su tipo de dentadura.
No todo lo que es sano o comestible para nosotros, lo es para ellos. Según la Sociedad Norteamericana para la Prevención de la Crueldad en los Animales (ASPCA, por sus siglas en inglés) entre los alimentos no benéficos se encuentra el chocolate, aguacate, jamón y salchichas comerciales, cítricos, uvas, nueces y almendras, leche (a edad adulta), comida Snack, es decir, papas fritas, y/o palomitas de maíz y/o comida frita; caramelos y masa de levadura, entre otros. Si alguno de estos ingredientes forma parte de la alimentación esporádica o cotidiana de su perro, elimínelo por completo.
La Association of American Feed Control Officials (AAFCO) es una asociación voluntaria encargada de regular la venta y distribución de alimentos y medicamentos para animales domésticos, con el fin de salvaguardar la integridad y la salud tanto de las criaturas como de los seres humanos. En su portal web dan a conocer los componentes permitidos en alimentos para mascotas, aquellos que garantizan la calidad y el valor nutricional de una buena dieta al ser avalado por médicos veterinarios y especialistas en nutrición animal. Es importante que leamos la información nutrimental antes de adquirir el alimento en cualquiera de su presentación.
Los ingredientes más importantes serán los primeros nombrados. Los últimos son complementarios y no deben constituir el mayor porcentaje de una comida para perros.
Carne
Los alimentos para perros deben contener carne cocinada en el proceso de fabricación. Esta puede estar acompañada de grasa, vasos sanguíneos, cartílago y otros tejidos que igual son vendidos para consumo humano. Las carnes más nutritivas son la bovina, porcina, ovina o caprina, aunque podría ser de otro mamífero como búfalo o venado (dependiendo de las regulaciones ecológicas de cada país). Algunas marcas incluyen pescado.
Subproductos cárnicos
Las partes limpias no procesadas y distintas de la carne como pulmones, hígado y otros órganos internos, así como huesos y tripas, pueden ser seguros y nutritivos para las mascotas, siempre y cuando se respeten los protocolos sanitarios correspondientes. Pelajes, cuernos, dientes y pezuñas están descartados.
Aves de corral
Su carne limpia con o sin hueso, así como la piel, son permitidas para elaborar alimento nutritivo para perros.
Subproductos avícolas
La cabeza, patas y vísceras completamente limpias y tratadas son permitidas.
Harina de carne
Con la harina de carne, los fabricantes de alimentos para mascotas deben cumplir con ciertas medidas de sanidad y preparación. Los niveles de calcio, fósforo, pepsina y proteína bruta deben ser equilibrados y mantener ciertos porcentajes en cada empaque para ser aprobados.
Grasa animal o vegetal
Suministra nutrientes adicionales y sabores más agradables para la mascota.
Cereales y verduras
Por ejemplo, maíz, cebada, trigo, papa y chícharo complementan la dieta y además ayudan a que las croquetas o bocados se mantengan unidos.
Vitaminas y minerales añadidos
Las vitaminas y minerales son básicas en cualquier dieta. Las más comunes son: calcio, sodio, cobalto, potasio, zinc, magnesio, vitaminas A, B, D y sus variantes.
Los productos comerciales incluyen otros ingredientes menores como conservantes, agentes acondicionadores, emulsionantes, colorantes, antioxidantes o agentes aromatizantes, tal como tienen los alimentos humanos. Estos últimos representan cierta polémica por la cantidad de químicos que puedan tener. Ante esto, existen alternativas de alimentación como la dieta BARF, explicada más adelante.
Calorías
No todas las razas de perros requieren las mismas calorías. Un veterinario o un especialista en nutrición animal puede determinar cuántas calorías necesita su mascota con base a su edad, peso, estilo de vida y características de la raza.
El tema de las calorías no debe ser arduo ni muy minucioso, pero sí se debe ser vigilado y controlado para evitar desnutrición u obesidad, problemas muy comunes en perros domésticos.
Dieta BARF
La dieta BARF (Biologically Appropriate Raw Food, o en español: Alimentación Cruda Biológicamente Adecuada) es una práctica desarrollada por el veterinario australiano Ian Billinghurst, que consiste en alimentar a animales domésticos con alimentos crudos, no solo a base de carne (aunque constituye el mayor porcentaje), sino también con alimentos vegetales, frutas y huesos.
La misión de esta dieta según su creador, es mejorar la salud y calidad de vida de los animales de compañía, protegiéndolos de alergias, problemas digestivos y otras enfermedades que reducen por mucho su expectativa de vida.
Este método es parte de una polémica. ¿Realmente es segura la dieta BARF?
Los seguidores de la dieta BARF aseguran que es efectiva por contener enzimas activas y fitonutrientes completamente naturales sin alteración alguna, por lo que que previenen infecciones estomacales, permiten una mejor absorción de nutrientes, un pelaje brillante y resistente, además de muchos otros puntos favorables que reducirán las visitas al veterinario.
La industria alimenticia ofrece los mismos beneficios para las mascotas a través de sus productos, pero el pensamiento BARF no está de acuerdo con esto. Su ideología basada en estudios científicos, les comprueba que los alimentos procesados o cocidos no aportan los nutrientes necesarios para una vida plena y saludable, y por si fuera poco, su organismo va acumulando elementos químicos usados para la conservación, lo que produce enfermedades degenerativas y/o autoinmunes.
Algo que recalcan, es que la seguridad de esta dieta se encuentra en cada persona que la aplique, es decir, los riesgos existen, pero siguiendo las recomendaciones no debería haber problema.
La contraparte de la dieta BARF expone sus inquietudes ante la salud humana y animal. Organismos como American Veterinary Medical Association (AVMA) y Association of American Feed Control Officials (AAFCO) no están en contra de este tipo de práctica, pero sí buscan mitigar los riesgos para la salud pública en cuanto al manejo de alimentos crudos, ya que se sabe que pueden llegar a ser fuentes de infecciones por Salmonella, Campylobacter, Clostridium, Escherichia coli, Listeria monocytogenes y/o Staphylococcus aureus enterotoxigénico, bacterias potencialmente mortales para humanos y mascotas.
Cualquier persona que desee implementar la dieta BARF para sus animales, deberá conocer toda práctica sanitaria que evitará la contaminación cruzada. Su implementación es delicada, pero podría funcionar si se realiza de manera correcta y responsable en todo momento.
https://www.aspca.org/pet-care/animal-poison-control/people-foods-avoid-feeding-your-pets
http://talkspetfood.aafco.org/whatisinpetfood
http://www.aafco.org/Consumers/What-is-in-Pet-Food
http://barfworld.com/what_is_barf.php